Muy lejos de pretender destacar
protagónicamente, creo que es hora de hacer una especie de Balance, uno como examen
final, antes de que sea con carácter de Extraordinario o a Título de
Suficiencia,…….. he sentido la espina….de tus rencores!!….perdón, se me
atravesó una frase de Pervertida, la canción de Agustín Lara! ….. la verdad es
que quise decir: he sentido la necesidad o simplemente el deseo de hacer una pausa
y un análisis sobre el camino andado.
La historia, de carácter muy personal y que
solo le puede interesar a quien siente cierto aprecio por mí, data del día en
que aterricé en este bendito planeta del que cada día queda menos y menos, la
verdad es que nos lo estamos acabando, pero que le vamos a hacer ….somos más
ciegos y torpes que el peor de los topos.
Yo,
(perdón por expresarme en primera persona, pero la verdad es que ahora a mi me
corresponde hablar de mi)….. tuve el gusto de aterrizar a las nueve de la
mañana del martes 9 de agosto de 1932. El acontecimiento sucedió en la casa 1606
de la 2 Norte de la Ciudad de Puebla, entre la 16 y la 18 oriente, a una calle
y media del templo de San José.
Ya llegó el que andaba ausente. |
Ya cuajado después de unos 5 añitos. |
Desde luego que la primera en asistir a la
fiestecita fue mi madrecita, la bella y tierna Conchita que cumplió
maravillosamente con su papel de primera actriz, persona muy querida por todos y
que desde luego fue la única que no podía estar ausente en semejante
acontecimiento; mi señor padre, mi querido papacito, ejemplar caballero de
vertical proceder y muy amoroso con sus familiares y con sus semejantes y para terminar con el elenco, la partera doña
Manuelita, experimentada comadrona que al término del acontecimiento no tardó
en pasar su recibo, seguramente en papel de estraza y escrito con lápiz-tinta
por la cantidad de cuarenta pesotes de aquellos de plata del 00/20. Cabe comentar que en ese entonces yo ya tenía
dos hermanitas, Queta y Maruca, que quise y quiero mucho hasta la fecha.
Pasados unos cuantos días, hubo que ir al
Registro Civil y posteriormente el Bautizo. Mis padrinos fueron mi tía
Enriqueta, hermana de mi mamá y mi bisabuelo materno, el señor Presbítero don
Vicente Martínez Cantú, quien logró ordenarse de sacerdote cuando siendo muy
joven enviudo de su amada María Dolores Méndez.
La ficha del bautizo. |
El Bolo. |
Yo nunca entendí por qué mis papacitos me
estamparon un doble nombre: Gabriel Humberto que afortunadamente no usé por la
sencilla razón de que el Humberto le debía corresponder a algún hermanito que
pudiera llegar a la familia, tal y como sucedió seis años después.
Pasado el tiempo, en tiempos de la segunda
guerra mundial, en enero de 1938 mis padres me inscribieron en el Colegio
Inglés en donde hice mi primaria pero no aprendí Inglés. Cosas inexplicables pero suceden, yo sentía
que allá en mis orígenes era yo medio Tlaxcalteca negado para el Inglés. A mi
me consolaban diciéndome: no te desesperes, dentro de poco podrás ligar a una
gringuita de las que vienen a tomar sus cursos de verano y vas a ver que bien aprendes.
EL colegio Inglés, pero en Español. |
Ahora, en 1940 debido a que constantemente
sufría de problemas de salud en relación con mis anginas, mis papacitos
decidieron que me operaran y en el mes de octubre el doctor otorrinolaringólogo
Roberto Larragoiti en el Sanatorio Cruz y Celis, se encargó de llevarme al
quirófano para realizar la operación que desgraciadamente no hizo
correctamente.
El 8 de diciembre, santo de mi madrecita, hice
mi primera comunión, evento que fue muy estresante porque como consecuencia de
la reciente cirugía, yo no podía abrir la boca sin sentir el desagradable
efecto de una nausea y eso hizo puso muino al amargado padrecito que se negó a
darme la comunión y al final de la misa, tuve que hacerlo en privado y en la
sacristía.
La primera comunión en que por poquito no hay tamales |
Por fin llegó el momento de elegir mi
escuela para estudiar la secundaria. Mis padres investigaron y por todos lados
le recomendaron el Colegio Amado Nervo del que era dueño y director el
respetable profesor Comonfort. El problema fue que al profesor se le ocurrió
morir a los tres meses de haber empezado el curso y la viuda, por cierto, sin
ponerse de luto, se decidió a darle vuelo a la hilacha y el colegio decayó al
grado de que fue cerrado por el gobierno.
Entonces fue que mi abuelo materno, don
Enrique Martínez Cantú y Méndez, movió sus influencias y consiguió que a la
mitad del año fuera yo aceptado en el Instituto Oriente administrado y
conducido por los Jesuitas.
Siempre me gustaron las percusiones. |
Terminando la secundaria, me entró la
inquietud y la decisión de estudiar arquitectura y como en aquellos tiempos en
la ciudad de Puebla no existía esa Facultad, hubo que ir a buscarla a la lejana
y “peligrosa” Ciudad de México, a tres horas en autobús.
Ese importante cambio en
aquellos tiempos en que yo tenía 17 años, coincidió con la oportunidad de que
mi padre, por cuestión de los cambios que iban sucediendo en la trayectoria de
su trabajo, hubo que mudar a la familia a la Ciudad de México.
Mi familia fundó su nuevo hogar en la casa
número 21 de la calle de San Bernardino esquina con Magdalena en la Colonia del
Valle a media calle de Insurgentes y muy cerca de lo que posteriormente
pretendió ser el Hotel de México y terminó siendo el WTC.
Ahí me tocó vivir cuando terminaba mis estudios, después, presenté examen
profesional, instalé en el edificio ubicado en la esquina de San Francísco y
Xola también en la del Valle mi despacho profesional, aunque eso sucedió en
medio de situaciones muy inseguras por los problemas entre el presidente
Kennedy, Nikita Kruschev y Fidel Castro. Rusia estaba armando a Cuba con unos
misiles que casi no cabían en la isla y hubo que proceder a un enérgico bloqueo
por parte de los Estados Unidos porque se estaba comenzando a crear una situación
de altísimo riesgo en pleno Golfo de México. En nuestro país se sintió el
efecto de tales conflictos y entre otros, se hizo patente en la cancelación de múltiples
proyectos y obras de construcción.
Además, para complicar más las cosas,
nuestro presidente Adolfo López Mateos, hizo una inentendible declaración: mi
gobierno es de extrema izquierda….dentro de la Constitución. Lo dicho, fue algo
que nadie comprendió, pero si afectó notablemente el ritmo y el avance del
país.
El lado bueno en medio de aquellos complicados
días, fue la oportunidad de conocer a una preciosa joven recién llegada a la
capital procedente del Puerto de Veracruz. Se trataba de una linda jovencita ojiverde
de apenas 16 años, muy simpática, cariñosa y comedida, que por razones
familiares se mudaba junto con su familia a la Ciudad de México. Yo, en esos
días, no imaginaba que ella iba a ser la mujer de mi vida, que esa guapísima
jovencita iba a ser mi amorosa y adorada esposa.
La linda joven que conocí. |
La boda se celebró el 3 de Diciembre de 1960. |
Nos conocimos en 1958 cuando ella tenía 16
añitos y nos hicimos novios el 15 de marzo de 1959. El 3 de diciembre de 1960 cuando ella tenia
18 y yo 28 contrajimos matrimonio fundando nuestro nuevo hogar en un moderno
departamento en las calles de Angel Urraza esquina con Amores, en la misma
Colonia del Valle.
No tardó en aterrizar la cigüeña y al cabo de
nueve meses con trece días, el 16 de septiembre de 1961 recibimos a nuestro
primogénito al que bautizamos con mi nombre, Gabriel. Años después, nuestro niño, ya hecho
un abogado, celebró matrimonio con la guapa tapatía Lorenza Alarcón. Ahora, en
agosto de 2017 tienen cuatro hijos: Diego, Iñigo, Franco y Fátima, una linda nuerita
de nombre Paulette y una preciosa nietecita llamada Alessia.
Gabriel y Lorenza. Familia Abaroa Alarcón. |
El 23 de febrero de 1962, después de una
larga y penosa enfermedad, la querida y entrañable abuelita doña Cristina de
Empáran de Suzarte, mamá de Cristy mi esposa, dejó de existir. La extrañamos
mucho.
Al poco tiempo, con la intención de ir
progresando, nos mudamos a la entonces novedosa Ciudad Satélite, donde tuvimos
la emocionante experiencia de estrenar
casa, misma que fue creciendo a medida que aumentaba la familia.
El 29 de septiembre de 1962 nació nuestro
segundo hijo. El nuevo miembro de la familia fue bautizado con el nombre de
Mauricio. El 30 de mayo de 1987 contrajo matrimonio con la linda joven
Coyoacanénse Esperanza Estavillo, con quien ha llegado a formar su preciosa familia de tres hijos,
José, Mariana y Horacio, una linda nuerita llamada Taylor y dos preciosas
nietecitas de nombre Ayla y Micah.
Como
cada año, ahora el 16 de noviembre de 1963 aterrizó una linda nenita a quien le
heredamos el nombre de su mamá y de su abuelita Cristina. Ella está dedicada a generar música,
siempre buena música y vive en Los Ángeles, California. Cristy traía en su equipaje una afinada
guitarra. Ya profesionalmente, creó y ha cuidado con esmerado empeño su
compañía Moon Moosic como productora de grabación de discos, representación de
artistas y promoción de eventos.
Un
año después, el 27 de mayo de 1965 se agregó al clan Abaroa Suzarte, Sergio
quien siempre mostró inclinación por los automóviles. Actualmente, allá en
Guadalajara, ha logrado constituir una ejemplar familia integrada por su
lindísima esposa Bertha Aguila, sus hijitas, dos lindísimas jovencitas que se han
distinguido en el ambiente de la música y de la pintura: Dafne y Reneé; Pablo, un
apuesto joven muy estudioso y un guerrista e inteligente niño llamado Iñaki.
Bertha y Sergio, Familia Abaroa Águila. |
Posteriormente, el 24 de febrero de 1967
nació una preciosa nenita que traía consigo mucha música, la bautizamos con el
nombre de Liliana. Lili, años después contrajo matrimonio con un apuesto y exitoso
joven llamado José Sánchez, nacido en la preciosa isla llamada Key Biscayne situada frente
a Miami en La Florida, EU. Lili y José a quien llamamos cariñosamente Joji, construyeron
su casa en ese privilegiado lugar y han formado una linda familia integrada por
una princesita de nombre Renata y un guapo deportista de nombre José Carlos.
Esperamos a que lleguen los nietos.
José y Liliana, Familia Sánchez Abaroa. |
Por
último, como colofón de nuestra entrañable familia, el 14 de enero de 1971 se
integró a nuestra querida tribu un pequeñín varoncito a quien bautizamos con el
nombre de Alejandro. Alex, como le llamamos cariñosamente, dado su firme
carácter y claras convicciones ha alcanzado ser respetado por sus hermanos
mayores y siempre tomado en cuenta para tomar decisiones.
A la vez que los hijos iban llegando, por
razón de las escuelas (colonias del Valle y Florida) y de las distancias de la
casa (Ciudad Satélite ) a mis lugares de trabajo, (en San Ángel, mi trabajo base
y en Zacatenco dando clases en la escuela de Arquitectura) nos estuvimos
mudando de casa: primero en Oxtopulco y en Copilco en San Ángel; y más tarde en
la calle de Amores en la Colonia del Valle). Por fin situamos nuestro domicilio
en un punto cercano a todas nuestras necesidades y adquirimos una amplia casa
situada en el 155 de la calle de Louisiana casi esquna con Pennsylvania en la
Colonia Nápoles.
En esa casa resolvimos todos nuestros
caprichos, necesidades y diferentes gustos e inclinaciones. Originalmente era
una amplia casa de 600 m2 de construcción y que afortunadamente para mi, constaba
de una amplia cochera en donde cabían hasta diez automóviles más las
motocicletas de la familia, muy ad hoc para satisfacer mi afición por las
carcachas.
Mi obsesiva manía por los autos y las carcachas. |
la increíble capacidad de espacios: 3+3+3=9+1=10 autos. |
La
cochera era tan amplia que cuando el caso lo requería, sacábamos los autos y
convertíamos el espacio en un verdadero salón de fiestas capaz de albergar a un
centenar de personas. En muy frecuentes casos, tuvimos música en vivo y dada mi
afición por las canciones de antes, llegamos a contar con la participación de
la Orquesta de Solistas de Agustín Lara.
Encuentro con Agustín Lara En esta ocasión, 8 mesas de 10 = 80 personas |
Despedida de México: 100 personas Hugo Jordán y Tito Enríquez. |
Nuestra Terraza consentida, piso de madera y techo corredizo en espera de que lleguen los amigos…… |
y los amigos llegaron. |
También
contaba con un despacho privado para complementar mis compromisos de tipo
profesional que yo atendía oficialmente en el despacho formal que tenía a una calle
de distancia, frente al parque Esparza Oteo, en la esquina de Georgia y
Pennsylvania, justo donde habían estado las oficinas de los restaurantes Vip’s.
Mi despacho particular para trabajar en casa. |
La amplia casa constaba de una sala comedor
de sesenta metros cuadrados más un espacio aledaño en donde se encontraba la
mágica pianola que fuera del abuelo Humberto contando además, con un mueble en
donde se guardaba una gran colección de rollos de pianola.
Desde luego que articulado con el comedor,
se encontraba el comedor de diario y una cocina que siempre fue suficiente para
atender a grupos que por lo regular andaban entre treinta y cuarenta personas.
En el área íntima, se contaba con la típica
recámara principal, otra más para las dos mujercitas y un verdadero dormitorio de
más o menos cinco por doce metros para los cuatro hijos varones con closet y
área de trabajo de escritorio para cada uno de ellos. Además, para cada una de
las recámaras su correspondiente cuarto de baño tan amplio como fuera necesario
en cada caso.
Una particularidad que hacía muy especial
el funcionamiento de la casa es que a pesar de que estaba resuelta en cuatro
medios niveles, (aparte de los servicios en azotea), en la casa no existía un
solo escalón, la solución para ir de un nivel a otro era a base de unas rampas
inclinadas por las que se podía circular sin ninguna dificultad pues estaban
resueltas a base de una inclinación muy tenue y además, estaban alfombradas.
Además de todo lo expresado, la casa
constaba con los cuartos de servicio de costumbre como el cuarto de lavadora,
secadora y lavadero, su patio de tender y asolear y el dormitorio con baño para
las azafatas.
Cuando compramos la casa, para poder
ocuparla, tuvimos que esperar el tiempo
que tardamos en hacer los trabajos de remodelación. Cuando teníamos la casa en
plena obra, se me ocurrió construir los servicios en azotea y disponer del
semisótano en donde se encontraban para hacer un verdadero teatro y sin espera
y duda de ninguna especie, hicimos un teatro con foro, telones, camerino con
baño para los artistas; sala de audiencia para cuarenta butacas, con servicio
de toilet para el público.
Una cabina para controlar y hacer efectiva
la proyección de películas de 8, super 8 y 16 mm., así como dos proyectores
carrusel para diapositivas. A la vez, los reproductores de CDs, DVDs, y todo
tipo de efectos de sonido. También se instalaron dos reflectores que servían
como seguidores para los artistas en el foro.
Una vez concluidas las obras, toda la
familia nos dedicamos a disfrutar de esa instalación. Tuvimos la presentación y
actuación de innumerables artistas como la Orquesta de Solistas de Agustín
Lara, don Juan Arvizu, (quien ya estaba
próximo a morir), don Mario Ruíz
Armengol, Gonzalo Romeu, el Octeto Juan Diego, Vicente Garrido, el Arpa de
Javier Zavala, Alvarito, Reynaldo Corona, Tito Guizar, Amparo Montes, La
Zarzuela con Bety Aznar y Salvador Quiroz, Ofelia Medina, las intervenciones de
Claudio Lenk, y Héctor Madera Ferrón.
Alejandro
Algara, Jorge Fernández, José Luís Caballero, Jorge Macías, la actriz
declamadora Judy Ponte, la conductora Lourdes Guerrero, Bebu Silveti, Salvador y Vicky Ortíz, Jaime Alejo Castillo, Tito Enriquez, Tony
Cabral, Carmela Rey y Rafael, las Hermanas Águila, Lupe Silva, Salvador García,
Eduardo Manzano, Anamía, el guitarrista Carlos Guevara, Las Mandolinas
melódicas de la UNAM, las 3 arpas de los 3 Hermanos Padilla, Gualberto Castro y
Antonio Espino “Clavillazo”.
Programa para XEB radio, voz: Jorge Fernández y Hermanas Águila
piano: Reynaldo Corona, violín: Carlos Águila. |
La audiencia, programa TV-2 ECO Salvador García, don Juan Arvizu,
Hnas. Águila, Alex Algara, Amparo Montes, Chacho Ibañez y Alvarito. |
Lupe
Silva, el tenor Fernando Ruíz, el violinista Carlitos Águila, José Antonio
Cossio y sus poesias, el tenor Mauro Calderón, Pepe Jara y su esposa “Chivis”, Carmelita Ferríz, el Chino Ibarra y su hija
Susi Perla, las interesantes pláticas de don Jacobo Morett, don José de la
Herrán y su XEW, Eduardo Manzano “Polivoz”, Celia Esther, Hugo Jordán, Coco
Potenza y su bandoneón, el programa de radio
de Juan Osorio y Lupita Olais, Cecilia Infante, la soprano Maribel Salazar, el
pianista Ángel Jalili y el pianista y cantante Daniel Herrera.
Felicitaciones amigo! Muy interesante!
ResponderBorrarSiempre un gusto leer sus anécdotas.
ResponderBorrarYo estuve en la inauguración de ese teatro.
Saludos a la familia abaroa