domingo, 2 de julio de 2017

AGUSTÍN LARA, LA XEB Y EL MICRÓFONO

     A mediados de octubre de 1990 recibí la llamada de una persona de nombre Héctor Victoria quien se identificó como Productor de Radio y me expresó que  era portador de una invitación que me hacía don Rafael Cardona Lynch director del IMER (Instituto Mexicano de la Radio) para que participara en una serie de quince programas dedicados al compositor Agustín Lara, a detalles de su vida y a su amplísima obra musical y poética en su ya próximo 20º aniversario luctuoso.

     Al pasar los años  y por mi afición al seguimiento de la obra y de la vida del compositor Agustín Lara, tuve la oportunidad de conocer a grandes personalidades, entre ellos a don Rafael Cardona Lynch que en esos inolvidables tiempos de tiempos de la buena radiodifusión, llego a ser la cabeza de las radiodifusoras XEB y XEW y en esos días como Director del IMER, (Instituto Mexicano de la Radio).

     Así fue que por tratarse de Agustín Lara y de don Rafael persona muy respetada y reconocida en el medio de la radiodifusión, de inmediato acepté.  


     Los programas serían grabados indistintamente en las instalaciones del IMER y en los estudios de la XEB, tendrían una hora completa de duración pues no habría tiempos perdidos por publicidad.

Don Rafael Cardona L    

El estudio de grabación de IMER capacidad:
una Orquesta Sinfónica completa

     Al pasar los años y por mi afición al seguimiento de la obra y de la vida del compositor Agustín Lara, tuve la oportunidad de conocer a grandes personalidades, entre ellos a don Rafael Cardona Lynch que en esos inolvidables tiempos de tiempos de la buena radiodifusión, fungía como Director de la otrora importante XEW y últimamente del IMER, (Instituto Mexicano de la Radio).

     Con respecto a los quince programas ya referidos, una condición muy de tomar en cuenta, era que el último, el número 15 debía pasar el 6 de noviembre de ese 1990 en que se recordaría el 20º aniversario luctuoso del maestro Agustín Lara. Yo acepté de muy buen grado y nos preparamos para fijar la fecha de inicio de los programas que serían de lunes a viernes a las diez de la mañana y en vivo.

     Iniciamos con el primer programa el 22 de octubre de1990  en el que daba una somera explicación de la intención de esa serie y desde luego ese día se trató del origen tan discutido de donde nació don Agustín. Yo nunca me imaginé que una hora de estar plantado frente a un micrófono fuera tan larga, simplemente interminable.

     A partir de ese primer programa, comencé a incluir grabaciones muy especiales. Yo tenía la intención de no caer en la rutina de hablar sobre lo que ya tanto se ha sabido sobre éste verdadero genio musical, sino procurar referirme  a las cosas que de él se desconocen y de aprovechar dentro de las viejas y muy viejas grabaciones que he logrado coleccionar dándolas  a conocer como una verdadera novedad.

     Recuerdo que en uno de los primeros programas, incluí números musicales interpretados por inimaginables cantantes como un par de tangos grabados por el actor Joaquín Cordero, recuerdo los tangos: Lejos y Adiós.

Joaquín Cordero    

     Así, procuré ir llevando la historia de Lara como persona, como artista, siempre refiriendo sus ilusiones, sus aciertos, sus temores, sus odios y sus amores, pasiones muy propias de un genio como fue el músico-poeta.

     Yo estaba convencido que un programa en vivo de una hora íntegra, sin interrupciones, etc., etc., podía hacerme caer en el aburrimiento y en el fracaso. Por el contrario, sentí que había logrado una buena reacción en el público radioescucha que hacía comentarios a base de llamadas telefónicas a la cabina del programa pero yo no me quería conformar y dormirme en mis laureles.

     Logramos establecer un tiempo en que atendíamos las consultas o comentarios del público que llamaba por teléfono.  Estaba convencido que el tema “Agustín Lara” estaba vigente y que había un nutrido número de radioescuchas interesados en disfrutar del programa.

     Después del programa número seis y con la intención de refrescar el interés del público comencé a dar otra forma a esos largos 60 minutos que de pronto se fueron convirtiendo en menos largos. Entonces pensé en que al público oyente le gustaría saber y escuchar a los artistas de aquellos tiempos y que  afortunadamente todavía estaban en este mundo y el programa tomó una muy agradable frescura.

     Mi primer invitado fue el caballeroso crooner Jorge Fernández quien siempre se distinguió como un tranquilo y profesional artista. Para ese programa también agradecí la presencia del magnífico acompañante al piano Reynaldo Corona. Las canciones que se escucharon pasando en vivo fueron un verdadero acierto.

Jorge Fernández    

     Para un siguiente programa, justo el 1 de noviembre, aceptó mi invitación el tenor Alejandro Algara que con tanto éxito interpretaba tanto las románticas canciones Larescas, como las que integraban la famosa sute española. Alejandro también cantó en vivo también acompañado por Reynaldo Corona. En ese programa, Alejandro me solicitó que pasara al aire la grabación de un popurrí de canciones de Agustín Lara que está contenido en un LP que grabé a ocho voces con mi esposa Cristy y nuestros seis hijos.

Alejandro Algara   

     Así fue que llegó el 6 de noviembre, 20º aniversario luctuoso del maestro Lara, el inolvidable y entrañable Flaco de Oro y para ese programa que habíamos considerado como el último, tuve la gran satisfacción de la aceptación del doctor Marco Antonio Lazcano para asistir a la radiodifusora para comentar al público radioescucha sobre cómo fueron los últimos días y los últimos momentos del maestro Agustín Lara. Realmente fue un acierto haberlo invitado y muy grato el que haya aceptado.

Dr. Marco A. Lazcano    

     El distinguido médico ortopedista refirió ante el micrófono de la XEB el caso, desde el principio hasta el fin. Hizo mención de cuando recibió la llamada telefónica en su consultorio situado en el número 411 de la calle de Homero en Polanco, muy cerca de la casa de Lara en Edgar Alan Poe 308 esquina con la misma calle de Homero, solicitando su presencia por la caída que había sufrido don Agustín, ahí mismo en su casa.

     El doctor Lazcano, muy profesionalmente y muy conmovido revivió aquellos días en que el compositor, para evitar escándalo, puso como condición ingresar al Hospital ABC de Observatorio, bajo el nombre de Carlos Flores y de ahí en adelante se refirió al proceso de su tratamiento para fortalecerlo, al que desgraciadamente no respondió dando como punto final su fallecimiento.

     Con el programa referido anteriormente, cerrábamos el ciclo con los que yo me había comprometido con el señor Cardona, pero como para él fue tan satisfactorio el resultado de los programas que habían sido transmitidos hasta ese día,  me pidió que siguiéramos adelante con unos programas más, hasta que su jefe de programación pudiera sostenerlo.

     Así fue que para los siguientes programas con duración de una hora que en un principio se me hacían muy largos y ahora con el camino andado los consideraba demasiado cortos.

     Entonces, con la seguridad de que los programas estaban siendo escuchados y disfrutados según el número de llamadas que entraban a la cabina, hice una respetuosa y cariñosa invitación a Esperancita y Paz Águila, integrantes y sin exagerar de “El mejor dueto de América”. Ellas tuvieron la bondad de acudir y participar en un programa mucho muy interesante.

Esperanza y Paz Águila    

     Después hicimos la invitación a uno de los violinistas consentidos del compositor: Carlitos Águila, hermano de Esperanza y de Pacesita. El fue el responsable de una gran cantidad de arreglos que logró para la grabación de los discos del maestro. Carlitos acudió y en ese programa, además de contar sus experiencias al lado del músico-poeta, hizo de las suyas con su mágico violín alternando con el fino piano de Reynaldo Corona. La verdad es que hicieron un exquisito repaso de las melodías de Lara.

     Para los programas que se hicieron posteriormente a la fecha pretendida como el final del ciclo, invité a mi compadre Marco Antonio Muñíz, quien también aceptó con mucho gusto participar y así tener la oportunidad de expresar lo que sentía por la obra del maestro.

Marco A. Muñíz canta a Lara.    

     Marco, en su debido momento llegó a grabar un buen número de canciones de Agustín Lara, pero tenía una especial preferencia por: Sueño Guajiro, Mirame y Palabras de Mujer, mismas que tuvimos la oportunidad de hacerlas sonar al mismo tiempo de nuestra conversación.

     Creo que mi colaboración que con tanto gusto ofrecí y concluí, fue de la entera satisfacción de don Rafael Cardona Lynch y de eso da fe la carta que me envió y que conservo con mucho gusto.




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