Mayito
Tú sabías que:
Mario Ruíz Armengol
Retrato al carbón por Isabel Alarcón
El muy respetable y muy apreciado músico, pianista, compositor, arreglista y
director de orquesta Mario Ruíz Armengol nació en el Puerto de Veracruz el 17
de marzo de 1914 y que sus padres fueron el músico y director de orquesta
Ismael Mario Ruíz y doña Rosa Armengol.
Nuestro amigo, Mario jr., fue el
primogénito de la familia y tuvo cuatro hermanas: Judith, Silvia, Norma e
Hilda. Con el tiempo, tres de ellas, formaron el Trío de las Hermanas Ruíz
Armengol.
Cuando Mario era un niño a quien
llamaban Mayito y solo contaba con
unos seis añitos, dió muestras de su notable talento músical.
En una ocasión en que la orquesta
completa que dirigía su señor padre hizo
un viaje a bordo del ferrocarril para cumplir con algún compromiso, el niño, a
escondidas, se coló en calidad de polizonte y a pesar del disgusto que le causó
a su padre por ello, no hubo más remedio que consentirlo a bordo, logrando además
un voto de simpatía por parte de los músicos.
También fue inolvidable el detalle de
que en alguna ocasión, cuando ya contaba con quince años, se presentó la
necesidad de que el chamaco dirigiera la orquesta de la compañía de Leopoldo
Beristáin de la que su padre era el director titular y para ello, los miembros
de aquel memorable grupo de músicos que vieron con simpatía lo que estaba
sucediendo, organizaron una rápida cooperacha para comprar un pantalón y así su
insipiente director se pudiera presentar correctamente vistiendo de pantalón
largo.
Pasando el tiempo la familia se asentó
en la Ciudad de México y el joven Ruíz, cuando ya contaba con poquito más de
veinte años, tuvo el acierto de acercarse al maestro José Rolón para tomar
clases de armonía, contrapunto y composición.
En cuanto a su magnífica obra y
siguiendo con la historia, don Mario, en 1936 compone música para algunas
películas. Entre esas cintas: Resurección,
San Francísco de Asis, El Baisano Jalil, El Ángel Negro, Mujeres y Toros, Ay
amor que malo eres y algunas otras.
En 1942 cuando ya contaba con 28 años
empieza a generar sus primeras composiciones y sus estupendos arreglos
musicales.
Mientras tanto, el Trío de las Hermanas
Ruíz Armengol, también progresaban y ya estaban participando en el doblaje de
películas de Walt Disney como la recién estrenada Alicia en el País de las Maravillas.
Las Hermanas Ruíz Armengol
Así llegó el momento en que Mario
comenzó a merodear en torno a la ya importante radiodifusora XEW que estaba
considerada como la número uno no obstante que la XEB había sido inaugurada
anteriormente.
Mayito se comenzó a dar a conocer
acompañando al piano a los artistas que estaban gozando de gran popularidad
como pudieron ser: José Mojica, Emilio Tuero, Chucho Martínez Gil, Jorge
Negrete, Fernando Fernández, Pedro Vargas, Toña la Negra, María Luisa Landín,
Amparo Montes, Jorge Fernández, Marco Antonio Muñíz, Gualberto y Arturo Castro,
Rodolfo “Popo” Sánchez y por otro
lado, ya como compositor, la participación de muchos de ellos como letristas de
sus nuevas canciones.
Una de las canciones con la que más se
dio a conocer fue Muchachita inspirada en su pequeña hijita Patricia y
popularizada como gran éxito de Andy Rusell.
En su etapa de compositor consagrado
disfrutó mucho de las magníficas interpretaciones de tan queridos personajes y
de los que no podía disimular como sus consentidos como José Luís Caballero e
Irma Carlón. Se puede considerar como su última canción Por que será? con letra
de Héctor Madera Ferrón a quién le profesó un cariño como puede ser el de un
padre por un hijo.
Mayito logró un nivel de respeto y
popularidad que por influencia y mediación del gran músico estadunidense Claire
Fisher fue nombrado y reconocido en los Estados Unidos nada menos como Mr.
Harmony.
Fue impresionante cuando estrenó una
pieza musical instrumental inspirada en el bullicio de la calle de
Ayuntamiento, justamente entre San Juan de Dios y Luís Moya.
La XEW en el número 52 de la calle de
Ayuntamiento
En esa calle, exactamente en ese tramo,
por el gran éxito que estaba logrando la famosa estación XEW, sucedió un efecto
de mucho ruido, mucha gente que se movía entre un buen número de vendedores que
ofrecían indistintamente nieve de limón o de guanábana, algodones, churros,
morelianas o billetes de Lotería; el averiguadero de la multitud que se
agolpaba frente a la puerta de la radiodifusora para intentar colarse o
conseguir el obligado pase o simplemente para ver entrar o salir a los artistas
era de considerables decibeles.
Además de ello, el rugir de los motores
de los autos que al acercarse al número 52 que correspondía a la famosa W, se
comprimían en cuello de botella para poder pasar haciendo sonar el claxon para seguir
su camino.
Pues justamente esa pieza instrumental
fue bautizada como La Calle de los Sueños y es tan compleja en su concepción que solo
la pueden ejecutar músicos de alta calificación. Aparte del autor, podemos
citar a los maestros Enrique Nery, Alejandro Corona, Roberto Pérez Vázquez, Los
Hermanos Zavala, Maripaz y algún otro virtuoso capaz de interpretar esas
armonías y con tan comprometido ritmo.
El buen amigo Carlos Díaz Barriga, logró un magnífico
libro biográfico del maestro Mario Ruíz Armengol al que bautizó con el nombre
de La
Calle de los Sueños en el cual incluye su biografía y una considerable
cantidad de partituras y de detalles relativos a su historia musical.
El libro de Carlos Díaz Barriga y
la magnífica caricatura es de Luís Carreño.
Muy al margen del camino andado por
nuestro respetable artista, me hago a un lado de semejante historia para
comentar desde otro ángulo otra colateral experiencia.
Yo, desde que tengo uso de razón fui
aficionado a la música, cuando llegue a la edad de presidir una familia puedo
contar que junto con mi esposa y mis seis hijos incursionamos en ella practicándola familiarmente con los
instrumentos por los que cada quien sentía simpatía o cierta inclinación y a la
vez, iniciándonos en esa difícil disciplina de cantar a voces buscando hacer agradables
armonías.
Tuvimos la suerte y el gran orgullo de
que Javier Zavala, integrante del famoso grupo “Los doce Hermanos Zavala”
aceptara ser nuestro maestro y guía en éste difícil arte de “cantar a voces”.
Eso nos llevó a ser invitados en varias ocasiones por
Raúl Velasco para aparecer en su programa de tv “Siempre en Domingo” y
por Guillermo Ochoa y Lourdes Guerrero para participar en el momento musical
del noticiero “Hoy Mísmo”
magistralmente operado por el mejor director de cámaras de la televisión de
todos los tiempos, Salvador “Chava” Ortíz.
En un programa más de Siempre en Domingo
invitados por Raúl Velasco.
En el momento musical del noticiero
Hoy
Mismo de Guillermo Ochoa
Posteriormente tuvimos el deseo de
grabar sin fines comerciales un disco de los llamados “LP”. Cuando tuvimos el
gusto de concluirlo, acudí a la XEW acompañado de mi hija Cristina, quien ya
estudiaba en Berklee College of Music en Boston Mass., para ver que se nos ocurría.
Llegando a la querida radiodifusora,
nos encontramos frente a frente con el gentil y sabio musicólogo Héctor Madera
Ferrón, con quien nos presentamos obsequiándole un ejemplar de nuestro trabajo.
Cuando conversábamos con el, apareció la ilustre figura de don Mario Ruíz Armengol
y Héctor nos presentó con el como un ejemplo de la buena práctica de la música
en familia. Desde luego que a don Mario, también le obsequiamos nuestro LP de
la Familia Abaroa recibiendo de él un sincero espaldarazo.
El LP de la Familia Musical Abaroa
Dejamos nuestra tarjeta y unas sinceras
palabras por el gran gusto de haberles conocido y nos retiramos.
Por cierto que cuando tuvimos la
oportunidad de viajar a Europa, se nos ocurrió obsequiar nuestro disco al Santo
Padre, el Papa Juan Pablo II entregado junto con una cariñosa cartita a las
puertas de su casa veraniega en Castel Gandolfo cerca de Roma. Posteriormente
recibimos en México su mensaje de agradecimiento, una imagen de la Natividad de
Jesús y su Bendición.
Nuestro LP revisado por el Guardia
Suizo del cuerpo
de seguridad del Papa Juan Pablo II en
Castelgandolfo.
Pasados unos días, recibimos la llamada
de Héctor invitándonos a su famoso programa radiofónico “Tesoros W” en donde además de conversar con cada uno de los ocho
integrantes de la familia fue transmitiendo distintas partes de nuestro disco.
Los ocho Abaroa’s en la cabina de XEW
con Héctor Madera Ferrón
en su programa “Tesoros W”.
Esa invitación y esa experiencia dio
lugar a entablar una relación de amistad con un ejemplar y caballeroso ser
humano, gran conocedor de la historia musical de México, Héctor Madera Ferrón. Héctor
no tardó en visitarnos en calidad de nuestro amigo acompañado regularmente por su linda compañera Miriam Juárez Crow.
Esa oportunidad de gran gusto de
tenerlos en casa fue la primera de una interminable serie de ocasiones con la
salvedad de que de ahí en adelante Héctor se encargó de hacerse acompañar nada
menos por don Mario Ruíz Armengol.
Cuando Mayito se enteró de que ahí
mismo en casa contábamos con un teatro hecho y derecho con un aforo de casi
cincuenta personas y complementado con todo lo necesario, quedó encantado. Al
poco tiempo, le invitamos a un concierto que iba a ofrecer el maestro Gonzalo
Romeu, gran músico cubano graduado en San Petersburgo, Rusia y Mayito asistió
gustoso y muy entusiasmado por escuchar a semejante artista a quien tanto admiraba.
Al enterarse el maestro Romeu que entre
el grupo de espectadores se encontraba don Mario, interrumpió su programa para
saludar y aplaudir al compositor a quién invitó a pasar al escenario a ejecutar
al piano algo de su autoría.
En otro concierto, el gran artista
cubano Daniel Herrera
y sus ritmos participando en el
referido teatro.
A partir de esos días, se estableció la
costumbre de que todos los sábados, sobre las doce de medio día, pasábamos por
don Mario a su “domicilio”, el Hotel San Diego de las calles de Luís Moya en la
esquina de la XEW, para comer en casa en un ambiente de gran intimidad
familiar. Para complacer a Mayito, mi esposa Cristy le ofrecía regularmente sus
platos favoritos destacando muy especialmente el Huachinango a la veracruzana o
al mojo, sin faltarle para acompañar adecuadamente su Bistec con Papas que era nada
menos que ron con soda y un poquito de hielo.
Después de comer, Mayito acostumbraba
una breve siesta para luego reintegrarse directo al piano de la sala y así poder
repasar sus lindas canciones o las obras que tenía en plena producción.
A veces, con su autorización, invitaba
a nuestros mutuos amigos artistas que formaban parte de su mundo musical y que
eran de su total aceptación, logrando disfrutar de unas inolvidables tardes y
noches sabatinas.
Entre esos queridos amigos, recordamos la repetida presencia
de Amparo Montes, Vicente Garrido, Alejandro Algara, Irma Carlón, Jorge
Fernández, José Luís Caballero, Ángel Jalili y de algunos otros personajes que
no eran precisamente cantantes o músicos pero que si formaban parte del elenco,
como Lourdes Guerrero, las tres respetables viudas de don Gonzálo Curiel,
Chucho Monge y Miguel Pous, Roberto Ayala, Eugenio Méndez Docurro, Pepe de la
Herrán, Jaime Pous (hermano de Miguel), Eduardo Manzano, Héctor González de la
Barrera, Marisa Escribano, el musicólogo Arnaldo Martínez y Jaime Ortíz Pino.
Mayito se levanta del piano para
abrazar a la inolvidable Lourdes Guerrero.
El maestro Vicente Garrido en una de
esas
inolvidables tardes de gran bohemia.
La verdad es que don Mario, sin mayor
comentario, encontró en nuestra casa el calor familiar que tanto disfrutaba. Él
estuvo durante muchos años viviendo su soledad en una discreta habitación de
hotel muy cerca de su piano que se encontraba a su exclusiva disposición en el estudio
Ema Telmo de la XEW al que por
disposición de los altos ejecutivos de la radiodifusora solo tenía acceso el
maestro.
Nosotros, como familia, pudimos ofrecerle
a don Mario momentos de gran felicidad porque tuvimos cuidado de que se
sintiera acompañado en casa y muy a su gusto y también, cuando fue preciso, procuramos
que estuviera en grupo rodeado de las personas que el quería.
Al lado de Chava
Ortíz, Cristy de Abaroa, Irma Carlón
y la viuda de Miguel
Pous apagando la vela de su cumpleaños.
Regresando a la historia que dejamos
pendiente, allá por 1948 Mario Ruíz Armengol conoce al maestro Rodolfo Halffter
y es quien lo inquieta y compromete a escribir música aparte de lo que ya tenía
muy avanzado como música de tipo popular y es entonces cuando Mario incursiona
escribiendo sus Siete Ejercicios de Composición y Armonía y su primera obra de
orden clásico Preludio para Piano y Arpa.
Mario ya tenía en su haber una
impresionante obra que rebasaba las 300
obras entre Boleros, Sinfónicas, 31 piezas infantiles, 19 Danzas Cubanas, 16
Estudios, 16 Reflexiones, 32 Miniaturas, 5 Valses y algunos Sherzos, Minuetos,
Sonatas, Fantasías, Preludios y además música para Piano a cuatro manos; música
de Cámara para Piano, Violín, Violonchelo, Arpa y Flauta.
Un acontecimiento digno de referir fue
aquel que surgió por atender a mi amigo el joven tenor Mauro Calderón, quien un
día por la mañana me llamó para pedirme que lo contactara con el maestro Ruíz
Armengol porque no lo conocía. Le quería comentar al maestro que tenía planeado
grabar un disco con sus canciones y tenía el deseo de su punto de vista en
cuanto a los títulos que planeaba incluir.
De inmediato marqué el número de don
Mario y le conté sobre la entrevista que
le solicitaba mi amigo y el maestro me dijo: Dile a éste joven que con todo
gusto, cualquier día a partir de hoy entre las doce y las dos y media de la
tarde en el estudio Ema Telmo
de XEW. A mi me gustaría que tú lo acompañaras para que no se me olvide de
que y de quien se trata.
Así que ese mismo día nos presentamos y
se logró la entrevista. El maestro le pidió a Mauro que cantara algunas de sus
canciones acompañándolo magistralmente al piano. El comentario de don Mario
fue: Te felicito por tu magnífica voz, tu interpretación, cuadratura y
entonación son perfectas. Mira, a mi me agrada mucho la voz y el temperamento
de Fernando de la Mora, pero aquí entre nos me gustó más como las cantas tu.
Esas palabras quedaron grabadas en la
pequeña grabadora que previamente colocó Mauro sobre el piano.
Ahora, te pronostíco que tú o tu
disquera no van a tener éxito desde el punto de vista económico por la sencilla
razón de que mi música no es comercial. Mi música no vende. Así es que tu
sabrás.
Salimos de ahí encantados y agradecidos
con el maestro. El disco se hizo y efectivamente tuvo una aceptación muy tibia
habiendo tenido que comercializarlo en forma directa con una empresa privada.
Después de la entrevista, Mauro y
Mayito saliendo de la XEW.
Una fecha inolvidable para el maestro
fue el homenaje que se le rindió en el Palacio de Bellas Artes el domingo 9 de
abril de 2002 con el Gran Coro de 60 voces y la Orquesta Sinfónica Nacional
dirigida por el maestro Arturo Dimecke.
El Gran Homenaje en el Palacio de
Bellas Artes.
9 Abril de 2002
El programa fue sencillamente
estupendo: dio principio con la interpretación de cuatro de las espléndidas Danzas
Cubanas de la inspiración del maestro. El director Dimecke dedicó su
participación al maestro Ruíz Armengol y a todos los compositores mexicanos.
Una vez iniciado el concierto y la ejecución de las cuatro danzas, no
pudo disimular el efecto que le causaron éstas breves pero profundas
obras y realmente y sin pretender disimularlo, las dirigió bailando.
Como segundo número: Divertimento
en sol para flauta, en seguida, Aires Antiguos con arreglo de
Dimitri Dudin. A continuación, la Orquesta Sinfónica Nacional ejecutó
magistralmente Aires Jarochos con un señor arreglo a La
Bamba que ahí quedó.
Después, siguiendo el programa, Simplemente
adiós y Ternura con la
inolvidable participación de Popo Sánchez, su mágico saxofón y el estupendo
arreglo digno de una muy especial felicitación.
Para continuar, su Creo en Ti, con el formidable
arreglo del maestro Eduardo Magallanes.
Después, la gran Orquesta hizo una verdadera creación de La
Calle de los Sueños.
Aquí cabe hacer un paréntesis en torno
a lo que tanto se ha dicho y contradicho de ésta formidable obra musical consecuencia
de la inspiración de don Mario. Páginas
atrás, ya me había referido a lo que casi todos los seguidores de la obra de
Mayito sabíamos sobre la historia de ésta canción, pero después el mismo
compositor hizo la aclaración de que el origen
de su inspiración con respecto a ésta pieza musical, fue los últimos
días y la muerte de doña Rosa, su señora madre.
Yo en lo personal y con todo el respeto
que me merece su prestigio, sus deseos y la amistad que me ha dispensado don
Mario, creo que es muy difícil al escucharla, me pueda salir de esa imagen que
me provocó y me sigue provocando esa calle tal como fue descrita musicalmente
con anterioridad y que ahora pueda ordenar mi imaginación con respecto a los
últimos momentos de su madrecilla.
Ahora, volviendo al desarrollo del
programa del concierto-homenaje a tan querido y admirado artista, podemos
continuar con la narrativa.
Sorpresiva e inesperadamente, el orden
de las piezas musicales se desordenó al incluir espontáneamente su preciosa
canción Silenciosa, provocando una gran complacencia entre el
público asistente.
Como siguiente acto, la Sociedad de
Autores y Compositores de México a través del cantante y compositor Felipe Gil (quien
decidió cambiar de género y hoy es simplemente Felicia Garza), entregó a nuestro artista un
testimonio de admiración y reconocimiento. A su vez, la Dirección del Instituto
Nacional de Bellas Artes hizo lo propio haciéndole entrega de un diploma
enmarcado y por último, el Instituto
Veracruzano de Cultura, el famoso IVEC, representado por su directora Leticia Perlasca
entregó al maestro una presea por su trayectoria en pro de la cultura y por
destacarse como un veracruzano distinguido.
Probablemente la señora Perlasca no
sabía y debe seguir sin saber a quien estaba entregando tal distinción debido a
su alto grado de incultura y exceso de frivolidad.
El número cumbre fue cuando el maestro,
ya presente en el escenario dijo ante el micrófono: Ahora yo deseo cantar para ustedes una de mis canciones que estoy
seguro que ni Luciano Pavarotti, ni Plácido Domingo se atreverían a
interpretar, se trata de Que Viejo estoy, provocando en el
público en momento de gran hilaridad.
El compositor al frente de la Orquesta,
agradece el inolvidable evento.
El gran concierto llegó a su fin con el
agradecimiento de don Mario Ruíz Armengol que abrazando al director Dimecke
solicitó a su invitado especial, el célebre compositor don Manuel Esperón que se
pusiera de pie para recibir un especial y sentido aplauso del respetable y
quien con sus noventa años a cuestas, no quiso dejar de estar presente en
semejante reconocimiento a su amigo Mario. El maestro Esperón, nueve años
después, falleció el 13 de febrero de 2011 a la edad de cien años.
Volviendo a don Mario, posteriormente, ocho
meses después, el 30 de noviembre de 2002 se le ofreció un sentido
reconocimiento promovido por el grupo denominado Por la preservación de nuestra música” con la participación de don Jacobo Morett Estévez, como charlista y comentarista;
el estimado locutor dueño de la Voz Oficial de la XEW Jaime Ortíz Pino (recién
fallecido) como maestro de ceremonias; la siempre bella Irma Carlón, de las
artistas predilectas de don Mario y el gentil y joven tenor Mauro Calderón,
ambas voces a cargo de la interpretación de las canciones previamente seleccionadas
acompañados por el magistral pianista Tito Enríquez y para terminar, yo como
coordinador y promotor.
Este acto, organizado para celebrarse
en el auditorio del Centro Universitario Cultural dependiente de la orden de los
Padres Dominicos quienes no tuvieron ningún inconveniente en conceder el uso de
ese impresionante lugar por tratarse de semejante personaje.
La Caricatura es de Rafael Freyre
Con dos días de anticipación, la
encantadora cantante Irma Carlón y yo, visitamos al maestro con el fin de
enterarlo y tratar de motivarlo para que acudiera a presenciar y presidir el
homenaje que le teníamos organizado, pero lo avanzado de la enfermedad no se lo
permitió, don Mario estaba a veintidós días de su deceso en Cancún, Q. Roo.
Con don Mario y su hija Paty
(Muchachita) Irma Carlón y yo.
Siete años después de su partida, el
viernes 11 de septiembre de 2009 se celebró en el Palacio de Bellas Artes otro
sentido homenaje en honor del ilustre compositor veracruzano Ruíz Armengol,
aunque en ésta ocasión el acto tuvo lugar en la Sala Manuel M. Ponce.
La Orquesta Sinfónica de la Ciudad de
México dirigida por el maestro Eduardo Magallanes, fue la invitada para la
interpretación musical. El número principal fue la ejecución de su notable obra
Sonata
a cargo de la pianista Flora Barrientos. El homenaje, como todos los que se
sucedieron uno a otro, un tanto difícil de registrar y poderlos comentar, fue
como de costumbre todo un éxito.
Desgraciadamente, como es costumbre, el
implacable telón hizo de las suyas y el 22 de diciembre del 2002, cuando nuestro
querido artista contaba ya con 88 añitos, cerró en su última función y dio por
terminada la fructífera vida de un hombre bueno, un gran y talentoso genio de
la música, un distinguido compositor, un gran arreglista, un inolvidable amigo,
Don MARIO RUÍZ ARMENGOL,
nuestro
entrañable MAYITO
Descansa en Paz.
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