domingo, 9 de agosto de 2015

MARIO RUÍZ ARMENGOL

Mayito


Tú sabías que:
Mario Ruíz Armengol
Retrato al carbón por Isabel Alarcón


     El muy respetable y muy apreciado  músico, pianista, compositor, arreglista y director de orquesta Mario Ruíz Armengol nació en el Puerto de Veracruz el 17 de marzo de 1914 y que sus padres fueron el músico y director de orquesta Ismael Mario Ruíz y doña Rosa Armengol.

     Nuestro amigo, Mario jr., fue el primogénito de la familia y tuvo cuatro hermanas: Judith, Silvia, Norma e Hilda. Con el tiempo, tres de ellas, formaron el Trío de las Hermanas Ruíz Armengol.

     Cuando Mario era un niño a quien llamaban Mayito y solo contaba con unos seis añitos, dió muestras de su notable talento  músical.

     En una ocasión en que la orquesta completa que dirigía su señor padre  hizo un viaje a bordo del ferrocarril para cumplir con algún compromiso, el niño, a escondidas, se coló en calidad de polizonte y a pesar del disgusto que le causó a su padre por ello, no hubo más remedio que consentirlo a bordo, logrando además un voto de simpatía por parte de los músicos. 

     También fue inolvidable el detalle de que en alguna ocasión, cuando ya contaba con quince años, se presentó la necesidad de que el chamaco dirigiera la orquesta de la compañía de Leopoldo Beristáin de la que su padre era el director titular y para ello, los miembros de aquel memorable grupo de músicos que vieron con simpatía lo que estaba sucediendo, organizaron una rápida cooperacha para comprar un pantalón y así su insipiente director se pudiera presentar correctamente vistiendo de pantalón largo.

     Pasando el tiempo la familia se asentó en la Ciudad de México y el joven Ruíz, cuando ya contaba con poquito más de veinte años, tuvo el acierto de acercarse al maestro José Rolón para tomar clases de armonía, contrapunto y composición.

     En cuanto a su magnífica obra y siguiendo con la historia, don Mario, en 1936 compone música para algunas películas. Entre esas cintas: Resurección, San Francísco de Asis, El Baisano Jalil, El Ángel Negro, Mujeres y Toros, Ay amor que malo eres y algunas otras.

     En 1942 cuando ya contaba con 28 años empieza a generar sus primeras composiciones y sus estupendos arreglos musicales.

     Mientras tanto, el Trío de las Hermanas Ruíz Armengol, también progresaban y ya estaban participando en el doblaje de películas de Walt Disney como la recién estrenada Alicia en el País de las Maravillas.



Las Hermanas Ruíz Armengol


     Así llegó el momento en que Mario comenzó a merodear en torno a la ya importante radiodifusora XEW que estaba considerada como la número uno no obstante que la XEB había sido inaugurada anteriormente.

     Mayito se comenzó a dar a conocer acompañando al piano a los artistas que estaban gozando de gran popularidad como pudieron ser: José Mojica, Emilio Tuero, Chucho Martínez Gil, Jorge Negrete, Fernando Fernández, Pedro Vargas, Toña la Negra, María Luisa Landín, Amparo Montes, Jorge Fernández, Marco Antonio Muñíz, Gualberto y Arturo Castro, Rodolfo “Popo” Sánchez y por otro lado, ya como compositor, la participación de muchos de ellos como letristas de sus nuevas canciones. 

     Una de las canciones con la que más se dio a conocer fue Muchachita inspirada en su pequeña hijita Patricia y popularizada como gran éxito de Andy Rusell.

     En su etapa de compositor consagrado disfrutó mucho de las magníficas interpretaciones de tan queridos personajes y de los que no podía disimular como sus consentidos como José Luís Caballero e Irma Carlón. Se puede considerar como su última canción Por que será? con letra de Héctor Madera Ferrón a quién le profesó un cariño como puede ser el de un padre por un hijo. 
Mayito logró un nivel de respeto y popularidad que por influencia y mediación del gran músico estadunidense Claire Fisher fue nombrado y reconocido en los Estados Unidos nada menos como Mr. Harmony.

     Fue impresionante cuando estrenó una pieza musical instrumental inspirada en el bullicio de la calle de Ayuntamiento, justamente entre San Juan de Dios y Luís Moya.


La XEW en el número 52 de la calle de Ayuntamiento


     En esa calle, exactamente en ese tramo, por el gran éxito que estaba logrando la famosa estación XEW, sucedió un efecto de mucho ruido, mucha gente que se movía entre un buen número de vendedores que ofrecían indistintamente nieve de limón o de guanábana, algodones, churros, morelianas o billetes de Lotería; el averiguadero de la multitud que se agolpaba frente a la puerta de la radiodifusora para intentar colarse o conseguir el obligado pase o simplemente para ver entrar o salir a los artistas era de considerables decibeles.  

     Además de ello, el rugir de los motores de los autos que al acercarse al número 52 que correspondía a la famosa W, se comprimían en cuello de botella para poder pasar haciendo sonar el claxon para seguir su camino.

     Pues justamente esa pieza instrumental fue bautizada como La Calle de los Sueños y es tan compleja en su concepción que solo la pueden ejecutar músicos de alta calificación. Aparte del autor, podemos citar a los maestros Enrique Nery, Alejandro Corona, Roberto Pérez Vázquez, Los Hermanos Zavala, Maripaz y algún otro virtuoso capaz de interpretar esas armonías y con tan comprometido ritmo.

     El buen amigo Carlos Díaz Barriga, logró un magnífico libro biográfico del maestro Mario Ruíz Armengol al que bautizó con el nombre de La Calle de los Sueños en el cual incluye su biografía y una considerable cantidad de partituras y de detalles relativos a su historia musical.


El libro de Carlos Díaz Barriga y
la magnífica caricatura es de Luís Carreño.


     Muy al margen del camino andado por nuestro respetable artista, me hago a un lado de semejante historia para comentar desde otro ángulo otra colateral experiencia.

     Yo, desde que tengo uso de razón fui aficionado a la música, cuando llegue a la edad de presidir una familia puedo contar que junto con mi esposa y mis seis hijos incursionamos en ella  practicándola familiarmente con los instrumentos por los que cada quien sentía simpatía o cierta inclinación y a la vez, iniciándonos en esa difícil disciplina de cantar a voces buscando hacer agradables armonías.

     Tuvimos la suerte y el gran orgullo de que Javier Zavala, integrante del famoso grupo “Los doce Hermanos Zavala” aceptara ser nuestro maestro y guía en éste difícil arte de “cantar a voces”.

     Eso nos llevó a ser invitados en varias ocasiones por Raúl Velasco para aparecer en su programa de tv “Siempre en Domingo” y por Guillermo Ochoa y Lourdes Guerrero para participar en el momento musical del noticiero “Hoy Mísmo” magistralmente operado por el mejor director de cámaras de la televisión de todos los tiempos, Salvador “Chava” Ortíz. 


En un programa más de Siempre en Domingo
invitados por Raúl Velasco.


En el momento musical del noticiero
Hoy Mismo de Guillermo Ochoa

     Posteriormente tuvimos el deseo de grabar sin fines comerciales un disco de los llamados “LP”. Cuando tuvimos el gusto de concluirlo, acudí a la XEW acompañado de mi hija Cristina, quien ya estudiaba en Berklee College of Music en Boston Mass.,  para ver que se nos ocurría.

     Llegando a la querida radiodifusora, nos encontramos frente a frente con el gentil y sabio musicólogo Héctor Madera Ferrón, con quien nos presentamos obsequiándole un ejemplar de nuestro trabajo. Cuando conversábamos con el, apareció la ilustre figura de don Mario Ruíz Armengol y Héctor nos presentó con el como un ejemplo de la buena práctica de la música en familia. Desde luego que a don Mario, también le obsequiamos nuestro LP de la Familia Abaroa recibiendo de él un sincero espaldarazo.







El LP de la Familia Musical Abaroa


     Dejamos nuestra tarjeta y unas sinceras palabras por el gran gusto de haberles conocido y nos retiramos.



     Por cierto que cuando tuvimos la oportunidad de viajar a Europa, se nos ocurrió obsequiar nuestro disco al Santo Padre, el Papa Juan Pablo II entregado junto con una cariñosa cartita a las puertas de su casa veraniega en Castel Gandolfo cerca de Roma. Posteriormente recibimos en México su mensaje de agradecimiento, una imagen de la Natividad de Jesús y su Bendición.


Nuestro LP revisado por el Guardia Suizo del cuerpo
de seguridad del Papa Juan Pablo II en Castelgandolfo.



     Pasados unos días, recibimos la llamada de Héctor invitándonos a su famoso programa radiofónico “Tesoros W” en donde además de conversar con cada uno de los ocho integrantes de la familia fue transmitiendo distintas partes de nuestro disco.


Los ocho Abaroa’s en la cabina de XEW con Héctor Madera Ferrón
en su programa “Tesoros W”.


     Esa invitación y esa experiencia dio lugar a entablar una relación de amistad con un ejemplar y caballeroso ser humano, gran conocedor de la historia musical de México, Héctor Madera Ferrón. Héctor no tardó en visitarnos en calidad de nuestro amigo acompañado regularmente por  su linda compañera Miriam Juárez Crow.

     Esa oportunidad de gran gusto de tenerlos en casa fue la primera de una interminable serie de ocasiones con la salvedad de que de ahí en adelante Héctor se encargó de hacerse acompañar nada menos por don Mario Ruíz Armengol.

     Cuando Mayito se enteró de que ahí mismo en casa contábamos con un teatro hecho y derecho con un aforo de casi cincuenta personas y complementado con todo lo necesario, quedó encantado. Al poco tiempo, le invitamos a un concierto que iba a ofrecer el maestro Gonzalo Romeu, gran músico cubano graduado en San Petersburgo, Rusia y Mayito asistió gustoso y muy entusiasmado por escuchar a semejante artista a quien tanto admiraba.


     Al enterarse el maestro Romeu que entre el grupo de espectadores se encontraba don Mario, interrumpió su programa para saludar y aplaudir al compositor a quién invitó a pasar al escenario a ejecutar al piano algo de su autoría.


En otro concierto, el gran artista cubano Daniel Herrera
y sus ritmos participando en el referido teatro.  


     A partir de esos días, se estableció la costumbre de que todos los sábados, sobre las doce de medio día, pasábamos por don Mario a su “domicilio”, el Hotel San Diego de las calles de Luís Moya en la esquina de la XEW, para comer en casa en un ambiente de gran intimidad familiar. Para complacer a Mayito, mi esposa Cristy le ofrecía regularmente sus platos favoritos destacando muy especialmente el Huachinango a la veracruzana o al mojo, sin faltarle para acompañar adecuadamente su Bistec con Papas que era nada menos que ron con soda y un poquito de hielo.

     Después de comer, Mayito acostumbraba una breve siesta para luego reintegrarse directo al piano de la sala y así poder repasar sus lindas canciones o las obras que tenía en plena producción.

     A veces, con su autorización, invitaba a nuestros mutuos amigos artistas que formaban parte de su mundo musical y que eran de su total aceptación, logrando disfrutar de unas inolvidables tardes y noches sabatinas.

     Entre esos queridos amigos, recordamos la repetida presencia de Amparo Montes, Vicente Garrido, Alejandro Algara, Irma Carlón, Jorge Fernández, José Luís Caballero, Ángel Jalili y de algunos otros personajes que no eran precisamente cantantes o músicos pero que si formaban parte del elenco, como Lourdes Guerrero, las tres respetables viudas de don Gonzálo Curiel, Chucho Monge y Miguel Pous, Roberto Ayala, Eugenio Méndez Docurro, Pepe de la Herrán, Jaime Pous (hermano de Miguel), Eduardo Manzano, Héctor González de la Barrera, Marisa Escribano, el musicólogo Arnaldo Martínez y Jaime Ortíz Pino.  


Mayito se levanta del piano para abrazar a la inolvidable Lourdes Guerrero.




El maestro Vicente Garrido en una de esas
inolvidables tardes de gran bohemia.

     La verdad es que don Mario, sin mayor comentario, encontró en nuestra casa el calor familiar que tanto disfrutaba. Él estuvo durante muchos años viviendo su soledad en una discreta habitación de hotel muy cerca de su piano que se encontraba a su exclusiva disposición en el estudio Ema Telmo de la XEW al que por disposición de los altos ejecutivos de la radiodifusora solo tenía acceso el maestro.

     Nosotros, como familia, pudimos ofrecerle a don Mario momentos de gran felicidad porque tuvimos cuidado de que se sintiera acompañado en casa y muy a su gusto y también, cuando fue preciso, procuramos que estuviera en grupo rodeado de las personas que el quería.



Al lado de Chava Ortíz, Cristy de Abaroa, Irma Carlón
y la viuda de Miguel Pous apagando la vela de su cumpleaños.


     Regresando a la historia que dejamos pendiente, allá por 1948 Mario Ruíz Armengol conoce al maestro Rodolfo Halffter y es quien lo inquieta y compromete a escribir música aparte de lo que ya tenía muy avanzado como música de tipo popular y es entonces cuando Mario incursiona escribiendo sus Siete Ejercicios de Composición y Armonía y su primera obra de orden clásico  Preludio para Piano y Arpa.

     Mario ya tenía en su haber una impresionante obra que rebasaba  las 300 obras entre Boleros, Sinfónicas, 31 piezas infantiles, 19 Danzas Cubanas, 16 Estudios, 16 Reflexiones, 32 Miniaturas, 5 Valses y algunos Sherzos, Minuetos, Sonatas, Fantasías, Preludios y además música para Piano a cuatro manos; música de Cámara para Piano, Violín, Violonchelo, Arpa y Flauta.

     Un acontecimiento digno de referir fue aquel que surgió por atender a mi amigo el joven tenor Mauro Calderón, quien un día por la mañana me llamó para pedirme que lo contactara con el maestro Ruíz Armengol porque no lo conocía. Le quería comentar al maestro que tenía planeado grabar un disco con sus canciones y tenía el deseo de su punto de vista en cuanto a los títulos que planeaba incluir.

     De inmediato marqué el número de don Mario y le conté sobre  la entrevista que le solicitaba mi amigo y el maestro me dijo: Dile a éste joven que con todo gusto, cualquier día a partir de hoy entre las doce y las dos y media de la tarde en el estudio  Ema Telmo de XEW. A mi me gustaría que tú lo acompañaras para que no se me olvide de que y de quien se trata.
         
     Así que ese mismo día nos presentamos y se logró la entrevista. El maestro le pidió a Mauro que cantara algunas de sus canciones acompañándolo magistralmente al piano. El comentario de don Mario fue: Te felicito por tu magnífica voz, tu interpretación, cuadratura y entonación son perfectas. Mira, a mi me agrada mucho la voz y el temperamento de Fernando de la Mora, pero aquí entre nos me gustó más como las cantas tu.

     Esas palabras quedaron grabadas en la pequeña grabadora que previamente colocó Mauro sobre el piano.

     Ahora, te pronostíco que tú o tu disquera no van a tener éxito desde el punto de vista económico por la sencilla razón de que mi música no es comercial. Mi música no vende. Así es que tu sabrás.

     Salimos de ahí encantados y agradecidos con el maestro. El disco se hizo y efectivamente tuvo una aceptación muy tibia habiendo tenido que comercializarlo en forma directa con una empresa privada.


Después de la entrevista, Mauro y Mayito saliendo de la XEW.


     Una fecha inolvidable para el maestro fue el homenaje que se le rindió en el Palacio de Bellas Artes el domingo 9 de abril de 2002 con el Gran Coro de 60 voces y la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por el maestro Arturo Dimecke.


El Gran Homenaje en el Palacio de Bellas Artes.       
9 Abril de 2002


     El programa fue sencillamente estupendo: dio principio con la interpretación de cuatro de las espléndidas Danzas Cubanas de la inspiración del maestro. El director Dimecke dedicó su participación al maestro Ruíz Armengol y a todos los compositores mexicanos. Una vez iniciado el concierto y la ejecución de las cuatro danzas,  no  pudo disimular el efecto que le causaron éstas breves pero profundas obras y realmente y sin pretender disimularlo, las dirigió bailando.  

     Como segundo número: Divertimento en sol para flauta, en seguida, Aires Antiguos con arreglo de Dimitri Dudin. A continuación, la Orquesta Sinfónica Nacional ejecutó magistralmente  Aires Jarochos con un señor arreglo a La Bamba que ahí quedó.

     Después, siguiendo el programa, Simplemente adiós y Ternura con la inolvidable participación de Popo Sánchez, su mágico saxofón y el estupendo arreglo digno de una muy especial felicitación.

     Para continuar, su Creo en Ti, con el formidable arreglo del maestro Eduardo Magallanes.  Después, la gran Orquesta hizo una verdadera creación de La Calle de los Sueños.

     Aquí cabe hacer un paréntesis en torno a lo que tanto se ha dicho y contradicho de ésta formidable obra musical consecuencia de la inspiración de don Mario. Páginas atrás, ya me había referido a lo que casi todos los seguidores de la obra de Mayito sabíamos sobre la historia de ésta canción, pero después el mismo compositor hizo la aclaración de que el origen  de su inspiración con respecto a ésta pieza musical, fue los últimos días y la muerte de doña Rosa, su señora madre.

     Yo en lo personal y con todo el respeto que me merece su prestigio, sus deseos y la amistad que me ha dispensado don Mario, creo que es muy difícil al escucharla, me pueda salir de esa imagen que me provocó y me sigue provocando esa calle tal como fue descrita musicalmente con anterioridad y que ahora pueda ordenar mi imaginación con respecto a los últimos momentos de su madrecilla. 

     Ahora, volviendo al desarrollo del programa del concierto-homenaje a tan querido y admirado artista, podemos continuar con la narrativa.

     Sorpresiva e inesperadamente, el orden de las piezas musicales se desordenó al incluir espontáneamente su preciosa canción Silenciosa,  provocando una gran complacencia entre el público asistente.

     Como siguiente acto, la Sociedad de Autores y Compositores de México a través del cantante y compositor Felipe Gil (quien decidió cambiar de género y hoy es simplemente  Felicia Garza), entregó a nuestro artista un testimonio de admiración y reconocimiento. A su vez, la Dirección del Instituto Nacional de Bellas Artes hizo lo propio haciéndole entrega de un diploma enmarcado y por último,  el Instituto Veracruzano de Cultura, el famoso IVEC,  representado por su directora Leticia Perlasca entregó al maestro una presea por su trayectoria en pro de la cultura y por destacarse como un veracruzano distinguido.

     Probablemente la señora Perlasca no sabía y debe seguir sin saber a quien estaba entregando tal distinción debido a su alto grado de incultura y exceso de frivolidad.

     El número cumbre fue cuando el maestro, ya presente en el escenario dijo ante el micrófono: Ahora yo deseo cantar para ustedes una de mis canciones que estoy seguro que ni Luciano Pavarotti, ni Plácido Domingo se atreverían a interpretar, se trata de Que Viejo estoy, provocando en el público en momento de gran hilaridad.


El compositor al frente de la Orquesta, agradece el inolvidable evento.


  El gran concierto llegó a su fin con el agradecimiento de don Mario Ruíz Armengol que abrazando al director Dimecke solicitó a su invitado especial, el célebre compositor don Manuel Esperón que se pusiera de pie para recibir un especial y sentido aplauso del respetable y quien con sus noventa años a cuestas, no quiso dejar de estar presente en semejante reconocimiento a su amigo Mario. El maestro Esperón, nueve años después, falleció el 13 de febrero de 2011 a la edad de cien años.  

     Volviendo a don Mario, posteriormente, ocho meses después, el 30 de noviembre de 2002 se le ofreció un sentido reconocimiento promovido por el grupo denominado Por la preservación de nuestra música” con la participación de  don Jacobo Morett Estévez, como charlista y comentarista; el estimado locutor dueño de la Voz Oficial de la XEW Jaime Ortíz Pino (recién fallecido) como maestro de ceremonias; la siempre bella Irma Carlón, de las artistas predilectas de don Mario y el gentil y joven tenor Mauro Calderón, ambas voces a cargo de la interpretación de las canciones previamente seleccionadas acompañados por el magistral pianista Tito Enríquez y para terminar, yo como coordinador y promotor.

     Este acto, organizado para celebrarse en el auditorio del Centro Universitario Cultural dependiente de la orden de los Padres Dominicos quienes no tuvieron ningún inconveniente en conceder el uso de ese impresionante lugar por tratarse de semejante personaje.


La Caricatura es de Rafael Freyre


     Con dos días de anticipación, la encantadora cantante Irma Carlón y yo, visitamos al maestro con el fin de enterarlo y tratar de motivarlo para que acudiera a presenciar y presidir el homenaje que le teníamos organizado, pero lo avanzado de la enfermedad no se lo permitió, don Mario estaba a veintidós días de su deceso en Cancún, Q. Roo.


Con don Mario y su hija Paty (Muchachita) Irma Carlón y yo.


     Siete años después de su partida, el viernes 11 de septiembre de 2009 se celebró en el Palacio de Bellas Artes otro sentido homenaje en honor del ilustre compositor veracruzano Ruíz Armengol, aunque en ésta ocasión el acto tuvo lugar en la Sala Manuel M. Ponce.

     La Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México dirigida por el maestro Eduardo Magallanes, fue la invitada para la interpretación musical. El número principal fue la ejecución de su notable obra Sonata a cargo de la pianista Flora Barrientos. El homenaje, como todos los que se sucedieron uno a otro, un tanto difícil de registrar y poderlos comentar, fue como de costumbre todo un éxito.

     Desgraciadamente, como es costumbre, el implacable telón hizo de las suyas y el 22 de diciembre del 2002, cuando nuestro querido artista contaba ya con 88 añitos, cerró en su última función y dio por terminada la fructífera vida de un hombre bueno, un gran y talentoso genio de la música, un distinguido compositor, un gran arreglista, un inolvidable amigo,

                     Don MARIO RUÍZ ARMENGOL,
                          nuestro entrañable MAYITO
                                     Descansa en Paz. 




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