lunes, 3 de abril de 2017

UNA SEGUNDA DE PRIMERA

     México canta, siempre ha cantado. En México abundan las personas que cantan y considerable el porcentaje de quienes cantan bien. También en México y a todos los niveles se encuentra uno con personas que saben cantar haciendo armonías, facultad que yo considero que es una verdadera virtud para quien puede hacerlo.

     Nosotros lo escuchamos muy frecuentemente sin darnos mayor cuenta. Lo disfrutamos a través del radio o de las grabaciones, en muchos restaurantes, cantinas, piqueras, a bordo de los camiones o cuando asistimos a alguna fiesta o al teatro, etc. Lo escuchamos particularmente en los duetos que gustan de cantar en primera y segunda voz, hasta los tríos en donde ya es más difícil cubrir la voz que corresponde a la tercera.


     Yo recuerdo que todavía siendo un niño, era muy común escuchar a través del radio (a mi no me gusta decir “la radio”), al dueto de los Hermanos Martínez Gil, o a Las Hermanas Águila entre otros, o al Trío Garnica Ascencio, al Trío Tamaulipeco, al Trío Vernáculo, al Trío Argentino, al Trio Calavera, al Trío Avileño, que cubrieron una importante etapa de mi niñez y juventud.

Nota aparte: Quien se refiere al “radio” como “la radio” realmente se está refiriendo a la radiodifusora. (ejemplo la XEW o la XEQ). Actualmente cometemos el mismo error diciendo: voy a ver la “televisión” y así realmente nos estamos refiriendo a la televisora que es la empresa que transmite la televisión, debiendo decir: el televisor que es el equivalente al radio.

     Un buen día, se comenzó a comentar que en Nueva York estaba actuando un magnífico Trío formado por un puertorriqueño llamado Hernando Avilés y dos mexicanos: Chucho Navarro y el super requinto Alfredo Gil a quien apodaban “El Güero Gil”, por cierto, miembro de la dinastía Gil, grandes músicos que venían dándose a conocer desde tiempo atrás. “Los Panchos” rápido conquistaron al inmenso público que disfrutaba de ese tipo de expresión musical.

Los Panchos, trío original con Avilés    

Los Tres Reyes con Avilés y los Hnos. Puente    
     La presencia y el éxito de Los Panchos, provocó en México un gran revuelo y trascendió a otros países de centro y Sud América. Fue realmente impresionante. Quien no recuerda el sonido de las voces de Los Tres Ases, Los Tres Caballeros, , Los Tres Diamantes, el Trio San Juan, Los Jaibos, Los Caporales, Los Dandys, el Trío Abajeño,el Trío Antillano, el Trío Culiacán, el Trío Matamoros, Los Tecolines, Los Jaibos, Los Delfines, Moscovita y sus Costeños, Los Mexicanos. Los Astros, Los Jaibos, Los Embajadores y Los Tres Reyes, con el ingreso de Hernaldo Avilés (ex Pancho) y los hermanos Raúl y Gilberto Puente; Gilberto,  considerado como el mejor requinto de todos los tiempos, al grado de que hace una perfecta imitación del requinto del Güero Gil y se da el lujo de superarlo. 

     La verdad es que de las conocidas tres voces, la más importante, la que daba base al sonido y daba oportunidad de identificar a cualquier trío era la primera voz, pero las que le daban color y personalidad eran la segunda y tercera que acababan por darle su propia identificación. Claro está que también era determinante el tipo y estilo de las canciones que formaban su repertorio y el grado de capacidad de sus integrantes y de su disquera. Quien no recuerda “Rayito de Luna”?.          
                  
     Ya que me he atrevido a dar mi opinión como un simple escuchador de ese tipo de música, debo también hacer alusión a los cuartetos y conjuntos de más de cuatro. Recordando a los grupos corales armonizando diferentes canciones integrados por voces casi siempre varoniles, me puedo referir a las “Tunas” también conocidas como “Rondallas” y a otros grupos que en forma muy distinta interpretaban diferentes géneros y por lo regular a cuatro voces, como podía ser El Cuarteto Armónico, Los Rufino, Los Hermanos Reyes, Las Hermanas Caprino, Los Hermanos Castro. Más tarde se comenzaron a escuchar unos grupos más grandes como: Los Tenientes de Anáhuac, Los Paladines, Los Caudillos o los Tenientes de Tijuana y más tarde aparecieron los super grupos españoles como Los Xey, Los Bocheros, Los Chavales de España y terminando con Los Churumbeles. 

Cuarteto Armónico    

Cuarteto Rufino   


     Pero volviendo a los duetos, puedo recordar la presencia de grandes duetos que dejaron huella en nuestro muy particular archivo de canciones cantadas a dos voces. Puedo referir entre los duetos o dúos que nos dieron tantos buenos momentos a Las Hermanas Hernández, Las Hermanitas Núñez, Los Hermanos Martínez Gil, El Dueto Blanco y Negro integrado por Eduardo Solís y Salvador García, el Dueto Arrullo, Los Bribones, pero ninguno como Las Hermanas Águila, bautizadas muy justificadamente como El Mejor Dueto de América.

     La verdad es que no se necesitaba ser músico, ni cantante, ni profesor de canto, ni crítico musical para reconocer que Paz Águila era dueña de un gran talento como una SEGUNDA VOZ que se podía considerar como de DE PRIMERA en cuanto a su calidad armónica, impresionante entonación y de inimitables facultades; una segunda voz que junto con la dulce y entonada primera de su encantadora hermanita Esperanza resultaba ser una armonía perfecta.

     Yo, en alguna ocasión le pregunté a Pacesita: ¿que tanto trabajo le costaba y cuánto  tiempo le dedicaba para lograr la segunda voz en determinada canción? y ella me contestó: Mira, la verdad es que modestia aparte, la segunda voz la tengo viva y presente en mi cerebro y en mi corazón y muy naturalmente dispuesta para seguir la melodía que va marcando la primera voz de mi hermana Esperanza. Algunas canciones me resultan más complicadas que otras.

     Al paso de los años, en los Estados Unidos, en la Ciudad de Los Ángeles, CA., en un condado llamado Lincoln Heights,  existe desde hace ya muchos años un Parque llamado “Parque de México” que lamentablemente está dividido en dos partes pues una avenida lo cruza por en medio.  

     En una de esas dos partes se encuentran instaladas algunas estatuas y monumentos en memoria de ciertos personajes y acontecimientos históricos que están considerados en la historia de México.

     Ahí se encuentran, una mala réplica de la Campana de Dolores que presidió los importantes acontecimientos cuando en 1812 nuestro país logró su independencia presidida por don Miguel Hidalgo y Costilla. En esa área también existen algunas estatuas de bronce como una muy buena estatua ecuestre de  Emiliano Zapata, otro más recordando a Doroteo Arango “Pancho Villa”, otra más dedicada al presidente Lázaro Cárdenas y algunas más, entre otros personajes.

     El Councilman del 14th District  Arthur  K. Snyder, influenciado, motivado, concientizado  y orientado por una linda mexicana llamada Yolanda Guerra quien fungía como su asistente, decidió dedicar la otra mitad del parque  a los artistas mexicanos.

     A sugerencia y sabia guía de Yolanda, el señor Snyder, aprobó el presupuesto y la decisión para situar en esa parte del parque la primera figura dentro de los artistas mexicanos, correspondiéndole a don Agustín Lara, el autor de Mujer, Solamente una Vez, Granada y Farolito entre muchas más. La segunda estatua sería en memoria de Lucha Reyes.    

     Ya con el proyecto aprobado, había que echarlo a andar y fue así que  la autoridad en esa ciudad, invitara al tenor mexicano Alejandro Algara para que siendo una figura conocida y muy vinculada con el maestro Lara, ayudara a dar a conocer esa determinación del gobierno Angelino.

     En ese tiempo yo llevaba una buena relación de amistad con Alejandro Algara y así fue que coincidimos en las reuniones previas en lo referente a la realización de la estatua en bronce que le fue encargada al escultor yucateco Humberto Peraza, (04 dic 1929 - 08 sep 1981) así como en el pedestal y las placas conmemorativas en donde debían referirse los pormenores en torno a la figura de Lara así como una discreta  relación de sus canciones más conocidas.

     Cristy mi esposa, como buena veracruzana, movió sus influencias para conseguir que los cadetes de la Escuela Naval de Veracruz hicieran una respetuosa valla para despedir de México la estatua del querido compositor que bajo el cuidado de Alejandro Algara, pues iba a volar a la ciudad de Los Ángeles, CA.


Estatua y placas abordando el avión con destino a Los Ángeles    

Cristy a un lado de la placa conmemorativa    
Con Alejandro Algara la víspera de la develación    
    La estatua se develó en el sitio ya comentado con un gran éxito el 6 de noviembre de 1984 en medio de un gran alboroto, pues se contó con la presencia de muchas personalidades del gobierno, de la iniciativa privada, de los amigos, músicos y artistas del maestro que viajaron de México y de la gran población latina residente en esa ciudad angelina.


Después de la develación, en primer término se ve a Cristy con otras damas    
Conservo con gusto el reconocimiento    
En entrevista de TV con Ma. Antonieta Collins    
Con Amalita Gómez Zepeda representando a la XEW y Héctor Madera Ferrón    

Doña Amalita Gómez Z., el Consul de México, don F.Javier Sauza, don Antonio “Chacho” Ibáñez, el Councilman Arthur Snyder, Alejandro Algara y don Antonio Ariza de Domeq, semi oculto por el señor de la barba.

     A partir de esa fecha se constituyó un grupo con la idea de cuidar y preservar la obra de tan insigne artista y de su estatua y pequeña plaza dentro del referido Parque México. Dentro de ese grupo, a mí se me invitó para apoyar desde mi domicilio en la ciudad de México especialmente los primeros días de noviembre de cada año en que se proyectaba hacer un homenaje anual recordando al compositor fallecido el 6 de noviembre de 1970.

     Así fue que a mi correspondió localizar, visitar, motivar, invitar y llevar cada año al o a los artistas designados para recibir el Premio Agustín Lara consistente en una estatuilla en bronce del maestro, réplica de la original.

     Tuve el gusto de cumplir con mi encargo año tras año hasta que en 2005. Como consecuencia de haber sufrido una serie de repetidos asaltos y un verdadero derrumbe en las perspectivas de trabajo, aunadas al deseo de estar cerca de los hijos y nietos que ya en su mayoría vivían en Gringolandia, Cristy y yo dejamos nuestra adorada casa de la ciudad de México y nos mudamos a los Estados Unidos.

     Aún así, desde mi casa, primero en Houston y después en Miami, proseguí  cumpliendo lo mejor posible con el encargo del ya citado Patronato y a larga distancia, continué promoviendo las invitaciones para otorgar los referidos premios.

     Apoyándome en mi cada vez menos confiable memoria, puedo referir que se hizo entrega del premio anual al Maestro Jesús “Chucho” Ferrer, al gentil Jorge Fernández, a Alejandro Algara, a doña Amparo Montes, al maestro Tito Enríquez, a Lupe Silva, a Doris, a Marilú, a Carmela Rey, a Irma Dorantes, a Lorenzo Negrete, al tenor Mauro Calderón, a Ramón Inclán y a Las Hermanas Águila. La inesperada sorpresa fue la decisión del Patronato de concederme el Premio A.Lara a mi, mismo que conservo con gratitud y cariño.

Esperanza y Paz Águila, preciosas e inolvidables señoras.    

     Desgraciadamente Esperanza ya se nos había adelantado en el viaje sin regreso y se entregó muy emotivamente a nombre de las dos queridas hermanas a la simpática güera.

     Ahora volvemos a hablar de lo importante que es y seguirá siendo cantar haciendo armonía y en el caso de los duetos, tan determinante la primera como la segunda voz.

     En el caso de las Hermanas Águila, la primera voz a cargo de Esperancita fue y seguirá siendo gracias a las grabaciones, única. En una ocasión, a lo largo de su vida artística y familiar, creo recordar que debido al matrimonio de Pacesita con el maestro Toño Escobar, hubo que prescindir de la presencia y participación de la inigualable segunda voz y entonces fue que la primera, perteneciente a Esperanza,  convirtióse en la única, adoptando el nombre de Gaby Daltas como su nuevo nombre artístico.

     Gaby Daltas, dueña de esa expresiva, dulce  y entonada voz tuvo mucho éxito durante el tiempo en que tuvo que participar en radio, en teatro y en las grabaciones y así se sostuvo hasta que un día de tantos Paz se reintegró y se volvió a constituir el apreciado dueto de Las Hermanas Águila en su segunda etapa.

  
Paz y Esperanza Águila,  El mejor dueto de América    
     Pasados los años, después de haber sembrado la estatua del maestro Agustín Lara en tierras californianas y en ausencia de Esperanza, se le otorga el muy merecido reconocimiento al querido dueto entregándoselo en propia mano a la simpática María de la Paz Águila.

     El evento en que se acostumbraba hacer cada año culminaba con la cena de gala en donde se hacía entrega del citado reconocimiento. Esa noche se celebró en Los Ángeles River Center and Gardens en Cypress Park, en una amplia área a cielo abierto a la que llaman El Patio, en donde estaban situadas y muy arregladas unas veinticuatro mesas para recibir a unas doscientas cuarenta personas.

     La puntual asistencia de los asistentes con notable entusiasmo llenó el lugar. La cena fue ofrecida por el presidente del Patronato señor Sebastián Domínguez y conducida a la limón por el buen amigo, el compositor Ramón Inclán apreciado periodista a cargo de la sección de Espectáculos del periódico local La Opinión y por Tedy Fregoso, muy querido compositor y hombre relacionado con la radiodifusión, activo desde su propia radiodifusora. La música en vivo a cargo del apreciable maestro Jaime Jaimes.

     También estuvo presente el gentil Felipe Gil (hoy Felicia Garza) quien  año con año participaba a nombre de la SACM. Felipe recibió el Premio Agustín Lara otorgado a  Roberto Cantoral quien no pudo asistir.

GAM, Felipe Gil, S.Domínguez y Gregorio Luke Dir.Museo de Arte en Long Beach, CA.    

    Cuando llegó el momento de entregar el premio a Paz Águila, con Esperanza ya ausente, se vivieron unos minutos de profundo sentimiento. Después de las palabras pronunciadas por el señor Domínguez y por el que esto escribe, la amable audiencia desde sus correspondientes mesas, ofrecieron a Paz  efusivo y largo aplauso y le pedían, le rogaban que cantara.

     En respuesta a tan cariñosa forma de expresión, Paz tomó el micro y dijo:  Perdonen ustedes, en ésta ocasión no voy a poder complacerles porque mi otra mitad ya está en el cielo.

      Las personas asistentes aumentaron su euforia y el ruego de una canción, entonces la simpática güera dijo: Pues miren ustedes, si éste…… (señalándome a mi) se anima y  canta la primera voz…… yo estoy puesta para hacer la segunda. Acto seguido y sin verme, volteó y le dijo al director del conjunto musical: Maestro Jaimes, …. por favor… Humo en los Ojos... en la… y el Maestro Jaimes se arrancó.

     Después de la breve introducción, Paz me dio un codazo señalándome que debía empezar y sin más explicación y con cierta inseguridad y gran emoción empecé:…… Humo en los ojos, cuando te fuiste, cuando dijiste llena de angustia   no volveré…… entonces,  me di cuenta que estaba viviendo una experiencia muy profunda…….. estaba yo cantando algo tan hermoso de Agustín Lara y escuchando mi propia voz armonizando con el sonido de esa bendita segunda que toda mi vida, desde que alcancé a tener uso de razón y gusto por la música,  he admirado y disfrutado profundamente.

     Y continuamos…. Humo en los ojos, cuando volviste, cuando me viste antes que a nadie, no sé por qué…. Humo en los ojos, al encontrarnos, al abrazarnos el mismo cielo se estremeció…. Humo en los ojos, niebla de ausencia, que con la magia de tu presencia se disipó…………………

     Esa experiencia la llevo en el corazón convencido de que hay cosas que aunque quisieras no puedes comprar con ningún dinero, simplemente… se dan.

Humo en los Ojos haciéndo Paz su insuperable segunda. Inolvidable    
     Para quien tenga deseos de ver la imagen y oír lo que sucedió esa noche aquí va el video (de antemano disculpas por lo rústico de la copia de la grabación, sobre todo por el ruido del efecto de una fuente que estaba frente al escenario). 





     El día que terminó mi amistad con María de la Paz Águila fue aquel 30 de marzo de 2004 en que llegué hecho una sopa bajo un señor aguacero a su Capilla Ardiente, que por su deseo muy personal se instaló en el Teatro de la Capilla, aquel que fue de  don Salvador Novo y administrado por su querida amiga doña Jesusa Rodríguez, localizado en la calle de Madrid del bello Coyoacán, en la ciudad de México. 


y…..TAN TÁN.  

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