México canta, siempre ha
cantado. En México abundan las personas
que cantan y considerable el porcentaje de quienes cantan bien. También en México y a todos los niveles se
encuentra uno con personas que saben cantar haciendo armonías, facultad que yo
considero que es una verdadera virtud para quien puede hacerlo.
Nosotros
lo escuchamos muy frecuentemente sin darnos mayor cuenta. Lo disfrutamos a
través del radio o de las grabaciones, en muchos restaurantes, cantinas,
piqueras, a bordo de los camiones o cuando asistimos a alguna fiesta o al
teatro, etc. Lo escuchamos particularmente en los duetos que gustan de cantar
en primera y segunda voz, hasta los tríos en donde ya es más difícil cubrir la
voz que corresponde a la tercera.
Yo
recuerdo que todavía siendo un niño, era muy común escuchar a través del radio
(a mi no me gusta decir “la radio”), al dueto de los Hermanos Martínez Gil, o a
Las Hermanas Águila entre otros, o al Trío Garnica Ascencio, al Trío
Tamaulipeco, al Trío Vernáculo, al Trío Argentino, al Trio Calavera, al Trío Avileño, que cubrieron
una importante etapa de mi niñez y juventud.
Nota aparte: Quien se refiere al “radio” como “la radio” realmente
se está refiriendo a la radiodifusora. (ejemplo la XEW o la XEQ). Actualmente
cometemos el mismo error diciendo: voy a ver la “televisión” y así realmente nos estamos refiriendo a la
televisora que es la empresa que transmite la televisión, debiendo decir: el
televisor que es el equivalente al radio.
Un buen día, se comenzó a comentar que en
Nueva York estaba actuando un magnífico Trío formado por un puertorriqueño
llamado Hernando Avilés y dos mexicanos: Chucho Navarro y el super requinto Alfredo Gil a quien apodaban
“El Güero Gil”, por cierto, miembro de la dinastía Gil, grandes músicos que venían dándose a conocer desde tiempo
atrás. “Los Panchos” rápido conquistaron al inmenso público que disfrutaba de
ese tipo de expresión musical.
Los Panchos, trío original con Avilés |
Los Tres Reyes con Avilés y los Hnos. Puente |
La
presencia y el éxito de Los Panchos, provocó en México un gran revuelo y
trascendió a otros países de centro y Sud América. Fue realmente impresionante.
Quien no recuerda el sonido de las voces de Los Tres Ases, Los Tres Caballeros,
, Los Tres Diamantes, el Trio San Juan, Los Jaibos, Los Caporales, Los Dandys, el Trío
Abajeño,el Trío Antillano, el Trío Culiacán, el Trío Matamoros, Los Tecolines,
Los Jaibos, Los Delfines, Moscovita y sus Costeños, Los Mexicanos. Los Astros, Los
Jaibos, Los Embajadores y Los Tres Reyes, con el ingreso de Hernaldo Avilés (ex
Pancho) y los hermanos Raúl y Gilberto Puente; Gilberto, considerado como el mejor requinto de todos
los tiempos, al grado de que hace una perfecta imitación del requinto del Güero
Gil y se da el lujo de superarlo.
La verdad es que de las conocidas tres
voces, la más importante, la que daba base al sonido y daba oportunidad de
identificar a cualquier trío era la primera voz, pero las que le daban color y
personalidad eran la segunda y tercera que acababan por darle su propia
identificación. Claro está que también era determinante el tipo y estilo de las
canciones que formaban su repertorio y el grado de capacidad de sus integrantes
y de su disquera. Quien no recuerda “Rayito de Luna”?.
Ya
que me he atrevido a dar mi opinión como un simple escuchador de ese tipo de
música, debo también hacer alusión a los cuartetos y conjuntos de más de
cuatro. Recordando a los grupos corales armonizando diferentes canciones
integrados por voces casi siempre varoniles, me puedo referir a las “Tunas”
también conocidas como “Rondallas” y a otros grupos que en forma muy distinta
interpretaban diferentes géneros y por lo regular a cuatro voces, como podía ser
El Cuarteto Armónico, Los Rufino, Los Hermanos Reyes, Las Hermanas Caprino, Los
Hermanos Castro. Más tarde se comenzaron
a escuchar unos grupos más grandes como: Los Tenientes de Anáhuac, Los
Paladines, Los Caudillos o los Tenientes de Tijuana y más tarde aparecieron los
super grupos españoles como Los Xey, Los Bocheros, Los Chavales de España y terminando con Los Churumbeles.
Cuarteto Armónico |
Cuarteto Rufino |
Pero volviendo a los duetos, puedo recordar
la presencia de grandes duetos que dejaron huella en nuestro muy particular
archivo de canciones cantadas a dos voces. Puedo referir entre los duetos o dúos que nos dieron tantos buenos
momentos a Las Hermanas Hernández, Las Hermanitas Núñez, Los Hermanos Martínez
Gil, El Dueto Blanco y Negro integrado por Eduardo Solís y Salvador García, el
Dueto Arrullo, Los Bribones, pero ninguno como Las Hermanas Águila, bautizadas
muy justificadamente como El Mejor Dueto de América.
La verdad es que no se necesitaba ser
músico, ni cantante, ni profesor de canto, ni crítico musical para reconocer
que Paz Águila era dueña de un gran talento como una SEGUNDA VOZ que se podía considerar
como de DE PRIMERA en cuanto a su calidad armónica, impresionante entonación y
de inimitables facultades; una segunda voz que junto con la dulce y entonada
primera de su encantadora hermanita Esperanza resultaba ser una armonía perfecta.
Yo,
en alguna ocasión le pregunté a Pacesita: ¿que tanto trabajo le costaba y cuánto tiempo le dedicaba para lograr la segunda voz
en determinada canción? y ella me contestó: Mira, la verdad es que modestia
aparte, la segunda voz la tengo viva y presente en mi cerebro y en mi corazón y
muy naturalmente dispuesta para seguir la melodía que va marcando la primera
voz de mi hermana Esperanza. Algunas canciones me resultan más complicadas que
otras.
Al
paso de los años, en los Estados Unidos, en la Ciudad de Los Ángeles, CA., en un condado llamado Lincoln Heights, existe desde hace ya muchos años un Parque llamado “Parque de México” que lamentablemente
está dividido en dos partes pues una avenida lo cruza por en medio.
En una de esas dos partes se encuentran instaladas
algunas estatuas y monumentos en memoria de ciertos personajes y
acontecimientos históricos que están considerados en la historia de México.
Ahí
se encuentran, una mala réplica de la Campana de Dolores que presidió los importantes
acontecimientos cuando en 1812 nuestro país logró su independencia presidida
por don Miguel Hidalgo y Costilla. En esa área también existen algunas estatuas
de bronce como una muy buena estatua ecuestre de Emiliano Zapata, otro más recordando a Doroteo
Arango “Pancho Villa”, otra más dedicada al presidente Lázaro Cárdenas y
algunas más, entre otros personajes.
El
Councilman del 14th District Arthur K. Snyder, influenciado, motivado, concientizado y orientado por una linda mexicana llamada
Yolanda Guerra quien fungía como su asistente, decidió dedicar la otra mitad
del parque a los artistas mexicanos.
A sugerencia y sabia guía de Yolanda, el señor
Snyder, aprobó el presupuesto y la decisión para situar en esa parte del parque
la primera figura dentro de los artistas mexicanos, correspondiéndole a don
Agustín Lara, el autor de Mujer, Solamente una Vez, Granada y Farolito entre muchas más. La
segunda estatua sería en memoria de Lucha Reyes.
Ya con el proyecto aprobado, había que
echarlo a andar y fue así que la
autoridad en esa ciudad, invitara al tenor mexicano Alejandro Algara para que
siendo una figura conocida y muy vinculada con el maestro Lara, ayudara a dar a
conocer esa determinación del gobierno Angelino.
En ese tiempo yo llevaba una buena relación
de amistad con Alejandro Algara y así fue que coincidimos en las reuniones
previas en lo referente a la realización de la estatua en bronce que le fue
encargada al escultor yucateco Humberto Peraza, (04 dic 1929 - 08 sep 1981) así
como en el pedestal y las placas conmemorativas en donde debían referirse los
pormenores en torno a la figura de Lara así como una discreta relación de sus canciones más conocidas.
Cristy mi esposa, como buena veracruzana,
movió sus influencias para conseguir que los cadetes de la Escuela Naval de
Veracruz hicieran una respetuosa valla para despedir de México la estatua del
querido compositor que bajo el cuidado de Alejandro Algara, pues iba a volar a
la ciudad de Los Ángeles, CA.
Estatua y placas abordando el avión con destino a Los Ángeles |
Cristy a un lado de la placa conmemorativa |
Con Alejandro Algara la víspera de la develación |
La estatua se develó en el sitio ya
comentado con un gran éxito el 6 de noviembre de 1984 en medio de un gran
alboroto, pues se contó con la presencia de muchas personalidades del gobierno,
de la iniciativa privada, de los amigos, músicos y artistas del maestro que
viajaron de México y de la gran población latina residente en esa ciudad
angelina.
Después de la develación, en primer término se ve a Cristy con otras damas |
Conservo con gusto el reconocimiento |
En entrevista de TV con Ma. Antonieta Collins |
Con Amalita Gómez Zepeda representando a la XEW y Héctor Madera Ferrón |
A partir de esa fecha se constituyó un
grupo con la idea de cuidar y preservar la obra de tan insigne artista y de su
estatua y pequeña plaza dentro del referido Parque México. Dentro de ese grupo,
a mí se me invitó para apoyar desde mi domicilio en la ciudad de México
especialmente los primeros días de noviembre de cada año en que se proyectaba
hacer un homenaje anual recordando al compositor fallecido el 6 de noviembre de
1970.
Así fue que a mi correspondió localizar,
visitar, motivar, invitar y llevar cada año al o a los artistas designados para
recibir el Premio Agustín Lara consistente en una estatuilla en bronce del
maestro, réplica de la original.
Tuve el gusto de cumplir con mi encargo año
tras año hasta que en 2005. Como consecuencia de haber sufrido una serie de
repetidos asaltos y un verdadero derrumbe en las perspectivas de trabajo,
aunadas al deseo de estar cerca de los hijos y nietos que ya en su mayoría
vivían en Gringolandia, Cristy y yo dejamos nuestra adorada casa de la ciudad
de México y nos mudamos a los Estados Unidos.
Aún así, desde mi casa, primero en Houston y
después en Miami, proseguí cumpliendo lo
mejor posible con el encargo del ya citado Patronato y a larga distancia,
continué promoviendo las invitaciones para otorgar los referidos premios.
Apoyándome en mi cada vez menos confiable memoria,
puedo referir que se hizo entrega del premio anual al Maestro Jesús “Chucho”
Ferrer, al gentil Jorge Fernández, a Alejandro Algara, a doña Amparo Montes, al
maestro Tito Enríquez, a Lupe Silva, a Doris, a Marilú, a Carmela Rey, a Irma
Dorantes, a Lorenzo Negrete, al tenor Mauro Calderón, a Ramón Inclán y a Las
Hermanas Águila. La inesperada sorpresa fue la decisión del Patronato de
concederme el Premio A.Lara a mi, mismo que conservo con gratitud y cariño.
Esperanza y Paz Águila, preciosas e inolvidables señoras. |
Desgraciadamente Esperanza ya se nos había
adelantado en el viaje sin regreso y se entregó muy emotivamente a nombre de
las dos queridas hermanas a la simpática güera.
Ahora volvemos a hablar de lo importante
que es y seguirá siendo cantar haciendo armonía y en el caso de los duetos, tan
determinante la primera como la segunda voz.
En el caso de las Hermanas Águila, la
primera voz a cargo de Esperancita fue y seguirá siendo gracias a las
grabaciones, única. En una ocasión, a lo largo de su vida artística y familiar,
creo recordar que debido al matrimonio de Pacesita con el maestro Toño Escobar,
hubo que prescindir de la presencia y participación de la inigualable segunda
voz y entonces fue que la primera, perteneciente a Esperanza, convirtióse en la única, adoptando el nombre
de Gaby Daltas como su nuevo nombre artístico.
Gaby Daltas, dueña de esa expresiva, dulce y entonada voz tuvo mucho éxito durante el
tiempo en que tuvo que participar en radio, en teatro y en las grabaciones y
así se sostuvo hasta que un día de tantos Paz se reintegró y se volvió a
constituir el apreciado dueto de Las Hermanas Águila en su segunda etapa.
Paz y Esperanza Águila, El mejor dueto de América |
Pasados los años, después de haber sembrado
la estatua del maestro Agustín Lara en tierras californianas y en ausencia de
Esperanza, se le otorga el muy merecido reconocimiento al querido dueto
entregándoselo en propia mano a la simpática María de la Paz Águila.
El evento en que se acostumbraba hacer cada
año culminaba con la cena de gala en donde se hacía entrega del citado
reconocimiento. Esa noche se celebró en Los Ángeles River Center and Gardens en
Cypress Park, en una amplia área a cielo abierto a la que llaman El Patio, en donde estaban situadas y muy arregladas unas
veinticuatro mesas para recibir a unas doscientas cuarenta personas.
La puntual asistencia de los asistentes con
notable entusiasmo llenó el lugar. La cena fue ofrecida por el presidente del
Patronato señor Sebastián Domínguez y conducida a la limón por el buen amigo,
el compositor Ramón Inclán apreciado periodista a cargo de la sección de
Espectáculos del periódico local La Opinión y por Tedy Fregoso, muy querido compositor
y hombre relacionado con la radiodifusión, activo desde su propia radiodifusora.
La música en vivo a cargo del apreciable maestro Jaime Jaimes.
También estuvo presente el gentil Felipe
Gil (hoy Felicia Garza) quien año con
año participaba a nombre de la SACM. Felipe recibió el Premio Agustín Lara otorgado a Roberto Cantoral quien no pudo asistir.
GAM, Felipe Gil, S.Domínguez y Gregorio Luke Dir.Museo de Arte en Long Beach, CA. |
Cuando llegó el momento de entregar el
premio a Paz Águila, con Esperanza ya ausente, se vivieron unos minutos de
profundo sentimiento. Después de las palabras pronunciadas por el señor
Domínguez y por el que esto escribe, la amable audiencia desde sus
correspondientes mesas, ofrecieron a Paz
efusivo y largo aplauso y le pedían, le
rogaban que cantara.
En respuesta a tan cariñosa forma de expresión,
Paz tomó el micro y dijo: Perdonen
ustedes, en ésta ocasión no voy a poder complacerles porque mi otra mitad ya está
en el cielo.
Las personas asistentes aumentaron su
euforia y el ruego de una canción, entonces la simpática güera dijo: Pues miren
ustedes, si éste…… (señalándome a mi) se anima y
canta la primera voz…… yo estoy puesta para hacer la segunda. Acto seguido
y sin verme, volteó y le dijo al director del conjunto musical: Maestro Jaimes,
…. por favor… Humo en los Ojos... en la… y
el Maestro Jaimes se arrancó.
Después de la breve introducción, Paz me
dio un codazo señalándome que debía empezar y sin más explicación y con cierta
inseguridad y gran emoción empecé:…… Humo en los ojos, cuando te fuiste, cuando
dijiste llena de angustia no volveré…… entonces, me di cuenta que estaba viviendo una
experiencia muy profunda…….. estaba yo cantando algo tan hermoso de Agustín Lara
y escuchando mi propia voz armonizando con el sonido de esa bendita segunda que
toda mi vida, desde que alcancé a tener uso de razón y gusto por la música, he admirado y disfrutado profundamente.
Y continuamos…. Humo en los ojos, cuando
volviste, cuando me viste antes que a nadie, no sé por qué…. Humo en los ojos,
al encontrarnos, al abrazarnos el mismo cielo se estremeció…. Humo en los ojos,
niebla de ausencia, que con la magia de tu presencia se disipó…………………
Esa experiencia la llevo en el corazón
convencido de que hay cosas que aunque quisieras no puedes comprar con ningún
dinero, simplemente… se dan.
Humo en los Ojos haciéndo Paz su insuperable segunda. Inolvidable |
Para quien tenga deseos de ver la imagen y
oír lo que sucedió esa noche aquí va el video (de antemano disculpas por lo rústico de la
copia de la grabación, sobre todo por el ruido del efecto de una fuente que
estaba frente al escenario).
El día que terminó mi amistad con María de
la Paz Águila fue aquel 30 de marzo de 2004 en que llegué hecho una sopa bajo un señor aguacero
a su Capilla Ardiente, que por su deseo muy personal se instaló en el Teatro de
la Capilla, aquel que fue de don
Salvador Novo y administrado por su querida amiga doña Jesusa Rodríguez, localizado
en la calle de Madrid del bello Coyoacán, en la ciudad de México.
y…..TAN TÁN.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario