Al día siguiente del fallecimiento de don Mario Moreno Cantinflas, muy tempranito, fueron trasladados sus restos a la agencia Gayosso de Félix Cuevas como un segundo velatorio. Yo tuve un nuevo impulso de asistir, ahora sería en ese lugar, así es que como a las nueve de la mañana camino a mi trabajo, hice una escala en la funeraria.
Ingresé a la sala de espera de las capillas A y B que habían quedado integradas en una sola y me encontré que estaba repleta de gente. Al fondo, por la luz de los reflectores, noté la presencia de las cámaras de TV y al conductor que era nada menos que Rolando Medina . Rolando era amigo de mis hijos y visitaba mi casa con mucha frecuencia.
Al verme me llamó y me hizo pasar al frente, nos saludamos y cambiamos impresiones mientras le daban la señal de iniciar la transmisión. La capilla todavía estaba cerrada. Entre la gente que estaba ahí presente con la intención de estar cerca de su ídolo, se encontraba un Pastor de no se que religión que en voz alta comenzó a recitar sus aburridos Salmos.
De pronto, apareció la impactante imagen de una mujer rubia, una linda señora que ingresaba al lugar con notoria desorientación. Rolando, micrófono en mano la invitó a pasar al frente y me presentó con ella. Se trataba de la guapa Irán Eory por todos sabido que fue el gran amor imposible de don Mario Moreno.
En eso, el tal Pastor, pidió a los asistentes, tanto a los que abarrotaban la amplia sala como a los que se asomaban desde afuera, que nos tomáramos de la mano para rezar alguna oración. Yo tuve el gusto, la tan significativa e inolvidable oportunidad de tomar de la mano a esa guapa señora, el amor del gran artista que a unos metros de nosotros dormía ya su sueño eterno.
Después de unos segundos se escuchó el aviso del Canal 2 que anunciaba la transmisión, se suspendió la oración y Rolando inició el interesante control remoto presentando y haciendo inteligente y sentida entrevista a tan significativa personalidad, la bella señora Irán Eory.
Por mi parte, muy satisfecho por haber tenido la ocurrencia de asistir una vez mas a homenajear a don Mario Moreno, me retiré para iniciar mi rutina de trabajo. Todo lo anterior lo guardo dentro de mis consentidos e imperecederos recuerdos.
Siempre lo paso fenomenal leyendo tus escritos.Gracias por ser tan creativo y divertido.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo.Maca
Querida Maca,
BorrarMuchas gracias por tu lindo comentario.
Saludos,
Arq. Gabriel Abaroa Martínez